Los extranjeros llegaron la tarde del lunes a Arriaga, el último de los municipios en su ruta por la costa de Chiapas, y este martes el contingente siguió hacia el poblado de Los Corazones.

En Acapulco, la escenificación simbólica del calvario, fue dedicada en esta ocasión a las familias que sufren todavía debido al paso del huracán 'Otis'.

Integrantes de la caravana han seguido por su propia cuenta el camino hacia el norte del país, lo que ha disminuido el número del contingente.

Fieles católicos acompañaron la procesión que inició a las 10 de la mañana.

Casi 1.5 millones de asistentes en la Semana Santa, tras dos años de pausa.

Para garantizar la seguridad de 100 mil visitantes, serán desplegados 120 policías auxiliares y 20 elementos de la Guardia Nacional.

En general, se respetaron las restricciones impuestas por la Arquidiócesis Primada de México para la realización de misas durante el Viernes Santo.

La mención al Covid-19 y sus afectaciones el ámbito privado y público estuvo presente en las 14 estaciones de la Pasión de Cristo.

Se realizará en el Santuario del Señor de la Cuevita, sin actividades en la calle y sin procesión al Cerro de la Estrella debido a la pandemia.

Los organizadores encararon a autoridades e incluso argumentaron ser influyentes para cerrar calles y llevar a cabo la representación.

La escenificación será en sitio cerrado y sin público.

En rueda de prensa, la alcaldesa Clara Brugada informó que la representación se realizará de forma simbólica.

La decisión fue tomada por la Diócesis de Cancún para evitar el contagio de Covid-19 entre sus feligreses.