Una de cada cuatro personas en movilidad en América Latina y el Caribe, es una infancia y están expuestas a diversas circunstancias, entre ellas: violencias, abusos, explotación y trata, de acuerdo con la OIM.
Las autoridades migratorias deben informar los motivos para no retornar a estos menores; si recibieron alguna documentación, iniciaron su proceso en la Comar, tuvieron refugio u otro proceso.