Ciudad de México. Con el agregado de una reserva presentada por el bloque de mayoría, para especificar que no se sancionará a quienes usen o tengan un vapeador, la Cámara de Diputados aprobó en lo particular la reforma a la Ley General de Salud que prohíbe totalmente el uso de esos dispositivos, así como de otros tipos de cigarrillos electrónicos, incluidos los que calientan tabaco o vaporizan cualquier sustancia tóxica.
Luego de una larga serie de 71 oradores enlistados a presentar reservas, la enmienda fue aprobada por 292 votos en favor, de Morena y la mayor parte de sus legisladores aliados, y 163 en contra, de PRI, PAN y MC, a los cuales se sumaron 30 sufragios en contra de diputados del PT y uno de Julio Scherer Pareyón, del PVEM. El impacto de regular este tema generó un debate que se extendió, en total, por casi nueve horas.
El tema evidenció la división del PT, porque un sector de 30 parlamentarios votó por la instrucción que dio el dirigente nacional del partido, Alberto Anaya, de votar en contra, y tras una discusión interna, se dejó el voto libre. De esa forma, 10 legisladores –incluido el coordinador, Reginaldo Sandioval—votaron a favor.
No se busca criminalizar: Morena
Para aclarar ese aspecto, el coordinador de la bancada de Morena en San Lázaro, Ricardo Monreal Ávila, subió a tribuna para presentar una reserva, en conjunto con su correligionario Pedro Zenteno, presidente de la Comisión de Salud, y la petista Margarita García, mediante la cual se especificaron los alcances de las sanciones.
“Vamos a modificar el artículo 282, para que no existan efectos sancionadores a los usuarios, porque el verdadero objetivo no es castigar el consumo personal; nuestro objetivo era desmantelar el mercado que produce, distribuye y obtiene ganancias impresionantes, millonarias, en detrimento de la salud de los jóvenes”, puntualizó.
De esta forma, recalcó, se le añade un párrafo al artículo 282 quáter, para especificar que “queda prohibido en todo el territorio nacional la adquisición con fines de comercialización. Se exceptúa de la prohibición su consumo y posesión”.
Con ello, explicó el también presidente de la Junta de Coordinación Política, “si una persona está consumiendo o incluso trae en posesión uno o dos cigarrillos electrónicos, no es delito y no va a ser sancionada ninguna persona”.
Monreal aseveró que lo anterior tiene un efecto jurídico directo sobre el artículo 456 Bis, y admitió que “como está ahorita la disposición, puede prestarse a confusión y que (dicho apartado) establece las penas de prisión y las multas para aquel que adquiera” un vapeador.
“Sin esta precisión –aceptó-- pudiera interpretarse que hasta para el que consuma o el que tenga en posesión” habría castigo. “Por eso, estamos clarificando este régimen sancionador. Que quede estrictamente limitado a quienes participan en el negocio de los vapeadores y no a las personas usuarias”.
Asimismo, se incluyó en el citado artículo 282 quáter que no solo los cigarrillos electrónicos, vapeadores y demás sistemas o dispositivos análogos quedan prohibidos, “sino que incluimos aquellos que son desechables en un solo uso”.
Por todo lo anterior, dijo, “con las modificaciones que hoy someto a su consideración, queda jurídicamente blindado que el consumo y la posesión para uso personal no constituyan infracción alguna, solamente aquellos que producen, consumen, comercializan y obtienen lucro indebido de ello son los que van a ser sancionados”.
En la reserva también se incluyeron adecuaciones al artículo 282 Ter, que se refiere a la definición de cigarrillos electrónicos, vapeadores y demás sistemas o dispositivos análogos, como todo aparato con sistema mecánico, electrónico o de cualquier tecnología que se utilice para calentar, vaporizar y atomizar sustancias tóxicas.
En ese apartado, se agregó a las “sustancias líquidas, geles, sales, ceras, aerosoles secos, resinas, aceites cerosos u otras formulaciones sintéticas con o sin nicotina, susceptible de ser inhaladas por las personas consumidoras”, con el objetivo de “cerrar el vacío probable y no dejar una fórmula ambigua”.
El ex gobernador de Zacatecas reveló que “a mí también me visitaron los cabilderos (de las empresas productoras de los vapeadores y sus cartuchos) e insistieron mucho, no me convencieron. Por más alegatos u ofrecimientos, no me convencieron”, debido a que según estudios oficiales, hay al menos medio millón de niños y adolescentes que ya son usuarios de cigarrillos electrónicos.
“Ceden el mercado al narco”: oposición
Pese a la aclaración de la reserva presentada por Monreal, los partidos de oposición insistieron en su discurso de posibles riesgos para quienes poseen un vapeador y consuman sus cartuchos, y en el debate prevalecieron las descalificaciones y los insultos.
Pedro Zenteno recalcó que la reforma no busca sancionar a quienes portan o tienen cigarrillos electrónicos, “ya si lo quieren politizar, allá serán responsables. Actúan más de mala fe, pero como diría el ilustre (escritor portugués José) Saramago: vayan y envenenen a la puta madre que los parió”.
En respuesta a la declaración de Zenteno, la emecista Anayeli Muñoz Moreno subió a tribuna para pedir que se investiguen las “expresiones machistas del diputado Zenteno”. Tras repetir la declaración del morenista, cuestionó “¿de verdad, diputado? ¿Ese es su argumento? ¿Qué culpa tienen las madres y por qué las está calificando así?”
La legisladora afirmó que Zenteno usó un calificativo que se utiliza para demeritar a las mujeres en México, un país con altos índices de feminicidios, por lo que pidió a la Mesa Directiva de la Cámara que no permita ese tipo de expresiones.
“El machismo no se puede esconder tras una frase, muchos menos tras una ‘cita’. No venga con eso, diputado. Le adelanto que vamos a interponer una queja ante el Comité de Ética de esta cámara para que sea sancionado. Ha ejercido en este recinto violencia verbal, violencia simbólica, y el problema es que no se da cuenta de lo que acaba de decir”.
Minutos antes, su correligionaria Irais Reyes de la Torre había reprochado a Morena y sus aliados que “mientras vienen aquí a tratar de corregir su prohibicionismo, hoy al menos siete cárteles mexicanos ya tienen el mercado ilegal de vapeadores, por su negativa a regular, y con esta reserva, de cierta manera se les aumenta su regalo de Navidad, porque amplían el catálogo de sustancias prohibidas que ahora también va a poder comercializar el narco”.
En ese tomo, enfatizó: “no regular un producto que la gente ya consume, es igual a más mercado negro y más dinero para los narcos. Son tan irresponsables que, al negarse a regular, permiten que al vape le puedan poner cualquier cochinada”, incluso fentanilo, lo que implica el riesgo de que “nos vamos a convertir en una sociedad de zombis”.
Reyes soltó a los diputados de Morena y sus aliados: “no sean hipócritas: ustedes vapean, los hemos visto. No sé con qué cara vienen a ponen una prohibición cuando son consumidores de vapeadores”.
El príista Carlos Gutiérrez Mancilla –del círculo cercano del dirigente priísta Alito Moreno- desacreditó la propuesta de cambios a la Ley General de Salud en materia de prohibición a los cigarrillos electrónicos, por considerar que con ese aspecto “ya reconocieron que criminalizan a la juventud. Morena legisla sobre las rodillas, al vapor y sin orden. Esto es tratar de someter a los jóvenes a un control político disfrazado de moral barata”.