Estados Unidos. La NASA anunció el hallazgo de azúcares esenciales para la vida en la Tierra en muestras del asteroide Bennu, que data de hace cuatro mil 600 millones de años.
A través de un análisis, los científicos descubrieron la presencia de glucosa —la principal fuente de energía del cuerpo humano— y de ribosa, un componente fundamental del ARN.
Este último descubrimiento es especialmente relevante: es la primera vez que se detecta ribosa en una muestra de origen extraterrestre.
Aunque estos compuestos no constituyen una prueba de vida fuera del planeta, la agencia espacial destacó que el hallazgo confirma algo clave: los ingredientes fundamentales para la química de la vida están ampliamente distribuidos en el sistema solar.
Las muestras fueron recolectadas en 2020 por la nave OSIRIS-REx, durante su visita al asteroide Bennu, que tiene un diámetro aproximado de 500 metros. Posteriormente, la misión, que había despegado en 2016, culminó su regreso a la Tierra en 2023. Desde entonces, el material recuperado ha sido sometido a una rigurosa serie de pruebas y análisis.
Descubierto en 1999 por científicos de Nuevo México, Bennu —cuyo tamaño es comparable al del Empire State Building de Nueva York— se desplaza por el espacio a unos 260 millones de kilómetros de la Tierra, según la aplicación especializada The Sky Live.
Además, “las cinco nucleobases que forman tanto el ADN como el ARN, junto con fosfatos, ya se habían identificado en las muestras de Bennu traídas a la Tierra por OSIRIS-REx”, señaló en un comunicado Yoshihiro Furukawa, investigador de la Universidad de Tohoku, en Japón.
Ahora, con el hallazgo de ribosa, “Bennu contiene todos los componentes necesarios para formar la molécula de ARN”, agregó el científico.
Por otra parte, a comienzos de este año, la NASA informó que había encontrado indicios de vida microbiana antigua en muestras procedentes de Marte.
Un nuevo capítulo en los orígenes de la vida
La NASA señaló que el hallazgo de ribosa no fue completamente inesperado, ya que este azúcar había sido detectado anteriormente en meteoritos recuperados en la Tierra en 2019.
Sin embargo, la ausencia de desoxirribosa —un componente clave del ADN— también generó sorpresa, debido a lo que podría revelar sobre los orígenes de la vida.
Este contraste sugiere que la ribosa pudo haber sido más abundante que la desoxirribosa en los ambientes del sistema solar primitivo, lo que a su vez refuerza la hipótesis de que las primeras formas de vida dependieron del ARN para subsistir.
“La vida actual se basa en un sistema complejo organizado principalmente por tres tipos de biopolímeros funcionales: ADN, ARN y proteínas”, explicó Furukawa. Y añadió: “Aunque la vida primitiva pudo haber sido más sencilla”.
La “goma espacial” que intriga a la ciencia
Los azúcares no fueron el único hallazgo sorprendente en las muestras recolectadas del asteroide. De hecho, los científicos también identificaron una sustancia descrita como una “goma espacial” antigua y misteriosa, algo nunca antes observado en rocas provenientes del espacio.
Según la NASA, se trata de un material translúcido, con una textura similar a la goma o al plástico, que pudo haber desempeñado un papel en la formación de la vida en la Tierra. Asimismo, se cree que esta sustancia se originó en las primeras etapas del sistema solar.
Por su parte, el asteroide “progenitor” del cual se desprendió Bennu se habría formado a partir de materiales presentes en la nube primordial de gas y polvo que, con el tiempo, dio origen a nuestro sistema solar.
Mediante investigaciones previas, los científicos demostraron que el asteroide progenitor de Bennu sobrevivió a diversos procesos químicos relacionados con el calor y el agua durante la formación del sistema solar.
A medida que este cuerpo ancestral comenzó a calentarse por efecto de la radiación, se generó un compuesto químico conocido como carbamato. Posteriormente, este reaccionó con otras moléculas, dando lugar a la sustancia flexible similar a una “goma” que los investigadores identificaron en las muestras.
“Con esta sustancia tan extraña, estamos observando, muy probablemente, una de las primeras transformaciones de los materiales que ocurrieron en esta roca”, afirmó Scott Sandford, científico del Centro de Investigación Ames de la NASA.
En otras palabras, “en este asteroide primitivo, formado en los primeros días del sistema solar, estamos viendo eventos cercanos al inicio del inicio”, agregó.