Ciudad de México. Andy tiene 5 años. Nació con una malformación en el sistema urinario y genital, por el cual no se podía sentar ni orinar por el pene. En el Hospital General del Centro Médico Nacional (CMN) La Raza le han realizado cinco cirugías de alta complejidad para reconstruir las zonas afectadas.
Los médicos de esta Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) atienden al paciente desde hace dos años y todavía faltan dos intervenciones quirúrgicas más, explicó Salvador Cuevas Villegas, jefe del Servicio de Urología Pediátrica del nosocomio.
Comentó que el niño y su mamá, originarios de Torreón, Coahuila, llegaron a La Raza, luego de un largo recorrido por hospitales donde no se contaba con la experiencia ni los recursos para atender su condición.
Dijo que Andy ha enfrentado situaciones complicadas desde la gestación, pues su madre tuvo un embarazo de alto riesgo, el nacimiento fue prematuro (a las 27 semanas de gestación) y se sumó la malformación congénita que puso en riesgo su vida.
El especialista detalló que las cinco cirugías practicadas fueron una laparoscopía para diagnóstico, la separación de estructuras digestivas y urinarias, así como una colostomía temporal que, de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los institutos de salud de Estados Unidos, consiste en hacer una abertura en la pared abdominal y sacar un extremo del intestino grueso para la expulsión de heces fecales hacia una bolsa adherida a la piel del abdomen.
La quinta cirugía fue para la reconstrucción urogenital completa. Cuevas Villegas comentó que con estas intervenciones médicas, Andy ha empezado a llevar una vida normal.
Las dos operaciones quirúrgicas que faltan serán para completar el proceso de reconstrucción. La primera será la reversión de la colostomía, esto es volver a unir los extremos del intestino y cerrar la abertura en la pared abdominal. Después se llevará a cabo una penoplastia para perfeccionar la reconstrucción del pene y corregir la asimetría testicular.
El urólogo pediatra del IMSS explicó que las intervenciones efectuadas hasta ahora, han permitido que Andy se siente y orine por el pene de manera normal. Ahora, indicó, puede asistir al kínder sin pañal y realizar actividades que antes le eran imposibles.
El caso de Andy es un ejemplo de la capacidad de los médicos especialistas del IMSS y en este caso, del Servicio de Urología Pediátrica del Hospital General La Raza para resolver patologías de alta complejidad y devolverle la esperanza a los pacientes de llevar una vida digna y saludable.