El secreto de la felicidad es… ¿tomar antidepresivos? Islandia es catalogado como el tercer país más feliz del mundo, y aunque bailar, cantar o pasar tiempo con amigos podrían ser factores causantes de alegría, su felicidad se basa por una parte en tomar antidepresivos. De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en 2022 se registraron en dicho país un consumo de 157.3 dosis diarias de antidepresivos por cada mil habitantes, y la tendencia es que las cifras vayan en aumento.

Lejos de lo paradójico que resultan los datos anteriores, tomar antidepresivos puede causar impotencia sexual en jóvenes. De acuerdo con el Dr. Alexander Scharko, quien realizó una investigación para la Johns Hopkins University School of Medicine reportó que los ISRS (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina) presentes en los fármacos para tratar depresión, ansiedad y otras afecciones psiquiátricas pueden causar disfunción sexual.

De acuerdo con The American Academy of Pediatrics los adolescentes estadunidenses entre 12 y 17 años incrementaron el consumo de antidepresivos un 69% entre 2016 y 2022. En México 1.63 millones de personas se medica para tratar cuadros de depresión y ansiedad, de acuerdo con datos del INEGI.

El Dr. Amir Levine, un psiquiatra en la Division of Child and Adolescent Psychiatry de la Columbia University escribió un artículo mencionando lo siguiente. “Es una omisión sumamente lamentable en los estudios clínicos que se puede administrar un medicamento a un paciente y potencialmente alterar su vida sexual durante mucho, mucho tiempo”.

Desafortunadamente la omisión de los problemas sexuales no es considerada seriamente, de acuerdo con el escritor Daniel Bergner. Sean, un joven de 22 años a quien le recetaron Celexa comentó lo siguiente. “Tenía los genitales entumecidos. Tres años después siento como si tocara mi codo, esa misma sensación”, y la respuesta de los médicos fue: “Es imposible. Todo está en tu cabeza”.

El placer de la masturbación es quizá el más seguro y extasiante en el mundo: es gratis y no hay forma de adquirir alguna enfermedad de transmisión sexual. Sin mencionar que está, literalmente, al alcance de nuestras manos. Quitarle el lívido a las personas puede agravar la depresión de cualquiera. Durante la masturbación hay segregación natural de oxitocina, la hormona del amor; así como de dopamina y serotonina, ambas relacionadas con la felicidad.

Resulta que, como Islandia, estamos atrapados en una paradoja. Si la función de un antidepresivo es mejorar el estado de ánimo de las personas ¿porqué los efectos secundarios vuelven a las personas más infelices? ¿realmente son la solución para erradicar la depresión? Sí es así, ¿por qué el índice de suicidios sigue en aumento?