El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reiteró este miércoles que desplegará otros 500 elementos de la Guardia Nacional en Washington tras el tiroteo que dejó a dos miembros de la guardia nacional gravemente heridos, y aseguró que su gobierno no permitirá que “enemigos extranjeros continúen dañando al país”.
“Este atroz ataque fue un acto de maldad, un acto de odio y un acto de terror. Fue un crimen contra toda nuestra nación. Fue un crimen contra la humanidad”, aseguró el mandatario en un mensaje difundido por la Casa Blanca.
El jefe de la Casa Blanca señaló al responsable como un inmigrante “que entró desde Afganistán”, país al que se refirió como “un infierno en la tierra”, y acusó a su antecesor, el demócrata, Joe Biden, de llevarlo al país en septiembre de 2021 “en esos infames vuelos de los que todos hablaban”.
Llamó a su administración a “reexaminar a cada extranjero” que haya entrado desde Afganistán bajo el mandato de Biden, y advirtió que tomará “todas las medidas necesarias para asegurar la expulsión de cualquier extranjero de cualquier país que no aporte beneficios a nuestro país”.
“Como Presidente de Estados Unidos, estoy decidido a asegurar que el animal que perpetró esta atrocidad pague el precio más alto posible”, aseveró el magnate. Agregó que “no vamos a tolerar este tipo de ataques contra el orden público por parte de personas que ni siquiera deberían estar en nuestro país”.
“Haremos que Estados Unidos vuelva a ser totalmente seguro, y llevaremos al perpetrador de este bárbaro ataque ante una justicia rápida y certera —si es que las balas viajando en la dirección opuesta no lo han hecho ya”, concluyó.