Washington.- Un juez estadunidense desestimó este lunes cargos penales contra el ex director del FBI, James Comey, y la fiscal general de Nueva York, Letitia James, porque la fiscal federal elegida por el presidente Donald Trump para los casos fue nombrada ilegalmente, lo que supone un duro golpe a los intentos de perseguir a quienes Trump considera enemigos.
El fallo desecha dos casos que Trump había solicitado públicamente al presionar a los líderes del Departamento de Justicia para que tomaran medidas contra figuras de alto perfil que lo habían criticado y liberaron investigaciones sobre su conducta.
Lindsey Halligan, antigua abogada personal de Trump, fue nombrada fiscal federal interina del Distrito Este de Virginia en septiembre para hacerse cargo de ambas investigaciones, a pesar de no tener experiencia previa en la persecución penal.
Las conclusiones del juez federal de distrito Cameron McGown Currie, se conocen después de que tanto Comey como James acusaron al Departamento de Justicia de Trump de violar la cláusula de nombramiento de la Constitución de Estados Unidos y la ley federal al designar a Halligan en septiembre.
Currie determinó que Halligan "no tenía autoridad legal" para presentar acusaciones contra Comey o James. No obstante, desestimó los casos "sin perjuicio", lo que da al Departamento de Justicia la oportunidad de volver a presentarlos con un fiscal diferente.
Trump ordenó a la fiscal general, Pam Bondi, que nombrara a Halligan para el cargo después de que su predecesor, Erik Siebert, se negó a presentar cargos contra Comey o James, citando la falta de pruebas creíbles en ambos casos.
Poco después de su nombramiento, Halligan logró por sí sola las acusaciones contra Comey y James después de que otros fiscales de carrera de la oficina se negaron a participar.
Comey se declaró inocente de los cargos de declaraciones falsas y obstrucción al Congreso. James se ha declarado inocente de los cargos de fraude bancario y mentir a una institución financiera