Mérida, Yuc. La Orquesta Sinfónica de Yucatán (OSY), acompañada por el Coro de Cámara del Estado, ofreció un recital en homenaje a Los Beatles ante más de 8 mil personas en el anfiteatro del Gran Parque de La Plancha, convertido en una vasta sala de conciertos al aire libre y gratuitos.

En el marco del Otoño Cultural 2025, la OSY -fundada en 2004 bajo respaldo de un patronato- demostró su versatilidad y, al mismo tiempo, excelente convocatoria con un público que llenó y superó, la noche del sábado, la capacidad de ese auditorio.

Personas de todas las edades, familias completas, algunas y algunos llegaron con bastón o silla de ruedas para disfrutar de temas emblemáticos del legendario cuarteto de Liverpool como Hey Jude, Yesterday, Get Back y Yellow Submarine.

La titular de la Sedeculta, Patricia Martín Briceño, dio la bienvenida al concierto de la OSY. “Nuestra orquesta, la orquesta de los yucatecos”. Resaltó el respaldo del Gobierno estatal -de extracción morenista- para la realización de este evento “que busca descentralizar y democratizar el acceso a la cultura”.

La Orquesta Sinfónica de Yucatán, bajo la batuta del director huésped, Jesús Medina, y el Coro de Cámara de Yucatán, a cargo del director, Jonathan Rentería Valdés, le dieron una dimensión diferente a la música de Los Beatles.

El concierto abarcó buena parte de la amplia discografía del cuarteto de Liverpool. Para cubrir esta labor, el programa estuvo integrado por cuatro bloques musicales con arreglos de Henry Mancini, Bruce Healey, Erick W. Knight y Jeff Tyzik.

Cada arreglo fue diferente: si uno daba preferencia a las cuerdas en el tema principal, otro ponía el énfasis en los alientos, y cada uno tenía un color, un timbre y una dimensión distinta para concebir a Los Beatles.

Y así se escucharon, entre otros temas, A Hard Day’s Night, And I Love Her, Michelle, Yesterday, Here Comes the Sun, Blackbird, All My Loving, Come Together, Lady Madonna, If I Fell, Something, Ob-La-Di, Ob-La-Da, Can’t Buy Me Love y Let It Be.

Tras el último bloque y después de que se despidiera la orquesta, el público se puso de pie y, entre gritos y aplausos, exigió otro tema. El encore fue la interpretación de Hey Jude.

¿Mejor? ¡Imposible!