La secretaria de Cultura federal, Claudia Curiel de Icaza, expresó este jueves su “desaprobación y rechazo” a la venta de 29 piezas del patrimonio mexicano, como parte de la subasta Ethnographic, Ancient, Fine Art, programada para este viernes 21 de noviembre por la firma Artemis Fine Arts Gallery, ubicada en Colorado, Estados Unido.
De acuerdo con la funcionaria, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) determinó, luego de analizar el catálogo de la subastadora de antigüedades, que los objetos constituyen bienes arqueológicos e históricos de este país. Recordó además que “su exportación está prohibida, por lo que su presencia fuera del territorio nacional deriva de una extracción ilícita”.
En un comunicado, Curiel de Icaza apeló a “la ética y responsabilidad social” de la empresa estadunidense para detener el ofrecimiento y la venta de los objetos, que “constituyen testimonios únicos de las culturas ancestrales de México y de la historia nacional”.
Recalcó que ya fueron iniciados los procedimientos jurídicos “pertinentes” ante las autoridades competentes, con la finalidad de repatriar “las piezas a territorio mexicano mediante los canales diplomáticos y legales establecidos”.
Con esta subasta es la tercera ocasión que Artemis Gallery incluye en su catálogo bienes culturales del país. El pasado mes de septiembre puso a la venta en línea 47 piezas propiedad de México y luego ofreció también 39 piezas prehispánicas mexicanas.
Hasta la fecha las autoridades mexicanas han informado que se realizan los procedimientos jurisdiccionales para que esas piezas sean repatriadas a territorio mexicano. No obstante los reclamos, en la página de la galería se informa que algunas piezas “ya han sido vendidas”, e incluso aparecen con el costo con el que fueron compradas.
Entre los objetos prehispánicos mexicanos que Artemis Gallery ha incluido en subastas destaca el cuauhxicalli en forma de águila para ofrendas de sacrificio y una cabeza de cerámica olmeca finamente esculpida de un bebé que ha intrigado durante mucho tiempo a los estudiosos por sus asociaciones simbólicas y espirituales.
En su lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales, el Gobierno de México por conducto de la Secretaría de Cultura federal, hizo un llamado a “reflexionar sobre las implicaciones éticas y morales de comercializar bienes culturales expoliados”, porque atenta contra la memoria de los pueblos.