La Paz. El centroderechista Rodrigo Paz Pereira juró este sábado como nuevo presidente de Bolivia y abrió una nueva era política en el país andino tras casi 20 años de hegemonía del Movimiento al Socialismo (MAS).
El mandatario juró con la señal de la cruz y ante la Biblia y dijo: “Dios, familia y patria, sí juro!”. Luego recibió la banda y la medalla presidencial de manos del vicepresidente, Edmand Lara Montaño, presidente del Congreso del Estado Plurinacional.
“El país que recibimos está devastado... endeudado moral y materialmente, filas interminables para conseguir combustible, mercados vacíos”, dijo Paz en su primer discurso como mandatario en la Asamblea Legislativa.
“Bolivia vuelve al mundo, nunca más aislada”, agregó en medio de cuestionamientos a los casi 20 años de los gobiernos izquierdistas de Evo Morales (2006-2019) y Luis Arce (2020-2025).
“Nunca más el país estará secuestrado bajo una ideología, la ideología no da de comer”, sostuvo Paz, hijo del ex presidente Jaime Paz Zamora.
“Nos tocan cinco años de servicio y no de poder, no nos han entregado un trono sino una tarea. Es el tiempo de una democracia verdadera y de respeto a la ley, nadie está por encima de la ley. Vamos a superar ese pasado de desgracia y de indignidad”, señaló el flamante mandatario.
Paz prometió ajustes graduales para salir de la crisis económica, un “capitalismo para todos” y repartir el presupuesto en partes iguales entre el gobierno central y las nueve regiones del país. A su vez anunció una reducción de la burocracia y un drástico recorte del gasto para salvar el déficit fiscal que equivale al 10 porciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Tras su victoria Paz tomó distancia del bloque del ALBA -que Bolivia integra con Cuba, Nicaragua y Venezuela- y se acercó a Estados Unidos, del que su país estaba distanciado tras la expulsión del embajador estadounidense en 2008 durante el gobierno de Morales.
Los presidentes de Argentina, Javier Milei; de Chile, Gabriel Boric; de Ecuador, Daniel Noboa; de Uruguay, Yamandú Orsi, y Santiago Peña de Paraguay asistieron a la investidura de Rodrigo Paz. También acudió a la cita el subsecretario estadunidense de Estado, Cristopher Landau.
Entre los ex presidentes que asistieron a la ceremonia se encontraba Jeanine Añez (2019-2020), liberada un día antes tras un encarcelamiento de casi 5 años, luego de que la justicia boliviana anuló su sentencia de 10 años de prisión por dar un “golpe de Estado” contra Morales.
No estuvo presente Evo Morales, quien afirmó haber sido invitado a la transmisión de mando, pero para poder asistir pidió “garantías”, ya que pesa en su contra una orden de aprehensión por trata de personas, en un proceso que se le sigue luego de que tuvo una hija con una menor de edad cuando era presidente.
Más temprano, Lara juró como vicepresidente y asistió vestido con uniforme policial de gala, a pesar de que en junio de 2024 fue dado de baja de la policía “sin derecho a reincorporación” por haber cometido la falta de “deserción”.
De acuerdo al régimen disciplinario de la policía boliviana la sanción de Lara fue la que se aplica a un funcionario que “abandone su destino o no asista al lugar de sus funciones, por más de tres días consecutivos o no se presente al mismo en el término legal previsto, sin causa justificada”. Lara argumentó que el castigo de debió a su lucha contra la corrupción en la institución.