EN ESPAÑA, REFUGIO de políticos pillos y receptora de miles de millones de dólares mexicanos que salen como si fueran remesas de los bancos de origen ibérico a sus firmas madre, la derecha beligerante se niega a reconocer la disculpa expresa al pueblo de México por el dolor causado a los pueblos originarios de nuestro país en la conquista.
CON MÁS BUENA voluntad que inocencia, la presidenta Sheinbaum calificó lo dicho por el canciller hispano, José Manuel Albares –que seguramente apoyan una buena cantidad de ciudadanos–, de un buen primer paso para restablecer la normalidad en las relaciones entre México y España, aunque no se puede olvidar que en aquel país europeo la derecha tiene un peso específico, es decir, la relación entre los negocios y la forma de responder frente a hechos que suponen contrarios a los códigos de la realeza.
Y ES QUE para cierto grupo de españoles, lo sucedido la semana que pasó es una afrenta a la corona, aunque los hechos lo contradigan. Resulta que, primero, al parecer, algunos miembros de la familia real decidieron otorgar el premio Princesa de Asturias al Museo Nacional de Antropología, y después, el gobierno de filiación socialista reconoció el “dolor” causado por la conquista a los habitantes originales de México, algo inaceptable para quienes nos siguen considerando como inferiores.
PARA EL CANCILLER Albares no es humillante reconocer los agravios, pero eso no cabe en el pensamiento de la gobernante “comunidad de Madrid”, parte del Partido Popular, que por voz de su consejero, Miguel Ángel García Martín, exigió la renuncia del canciller porque, según él, el funcionario se avergonzó de la historia de España. No tardaron mucho otros miembros del PP en demostrar su disgusto y se unieron a la postura de García.
LA HISTORIA NO ha terminado. Según nos han comentado, el disgusto tendrá más repercusiones. Tal vez sea cierto, pero esos españoles, más gringos que los más gringos, no deben olvidar que de nuestro país salen, por no ir más lejos, cientos de miles de millones de pesos de las ganancias de, por ejemplo, dos bancos de origen hispano.
ESO SIN CONTAR con todas las trácalas que en su momento realizaron empresas como Iberdrola, cuna de corrupción que sacó de México 7.5 por ciento de sus ingresos totales, algo así como 4 mil millones de euros, y aunque esa empresa afortunadamente ha salido del país, los daños causados ya están hechos. AUNQUE AL PARECER no existe una cifra oficial del número de empresas transnacionales de origen español que actúan en nuestro país, algunos estudios hablan de hasta 6 mil en muy variados campos. Lo mismo están en los negocios de energía que en la industria hotelera, en los bancos, como ya expusimos, y en el textil o el automotriz.
ASÍ PUES, DESDE alguna instancia del gobierno mexicano se les debería recordar que el saqueo que iniciaron con la conquista no ha terminado y de cualquier forma se les ha permitido. No tenemos duda de la sinceridad de las palabras del canciller Albares, pero tampoco de la rabia provocada por la presencia de la cultura nacional en aquel país y algo más: que no nos vengan con aquello de que los hispanos que huyeron de su país a causa de la dictadura, sí, sin duda hicieron mucho por México, pero también salvaron la vida. Nada más.
De pasadita
LA GENTE DE Morelia que marchó ayer para exigir justicia por el crimen en contra del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, asegura que en la marcha se infiltraron algunos contrarios al gobierno de la 4T, mismos que asaltaron el palacio de gobierno y causaron destrozos con la idea de que se culpara a los que piden se aclare el asesinato y el alto a la violencia.
Y PARECE QUE el asunto ya no pertenece a un hecho aislado. En las protestas campesinas se logró identificar a militantes prianistas que se negaban a aceptar los acuerdos con el gobierno. Ahora, nos comentan, priístas como Mauricio Hernández y Raúl Meza, o el ex magistrado federal Froylán Muñoz, junto con el panista Alan Juárez, fueron los que se infiltraron en la marcha y causaron los daños y la violencia.
LA PREGUNTA ES: ¿estos hechos de violencia son la nueva estrategia del PRI y el PAN para no perder todo en las elecciones que vienen? Aguas.