París.- Francia ordenó el lunes una revisión de seguridad en el Louvre y controles en otros sitios culturales mientras busca a las personas que robaron invaluables joyas en un atraco a plena luz del día en el museo más popular del mundo.
En lo que algunos políticos calificaron de humillación nacional, cuatro personas irrumpieron en el Louvre el domingo usando una grúa para destrozar una ventana del piso superior. Se llevaron objetos de una galería dedicada a la joyería real antes de escapar en motocicletas.
Algunos medios de comunicación lo calificaron como "el atraco del siglo".
El lunes, una multitud se reunió afuera del museo, que todavía estaba cerrado, y algunos fotografiaban la ahora infame ventana.
"Paso por aquí simplemente para inmortalizar este pequeño momento, que no es muy glorioso para Francia", dijo Victor Sauvageot.
"Imagen deplorable"
El allanamiento planteó preguntas incómodas sobre la seguridad en el Louvre, que tuvo 8,7 millones de visitantes en 2024 y alberga obras de arte como la Mona Lisa.
"Lo que es seguro es que hemos fallado", reconoció el ministro de Justicia, Gérard Darmanin, a la radio France Inter.
"Alguien fue capaz de poner un camión grúa a la intemperie en las calles de París, para que la gente se acercara durante un par de minutos y se llevara joyas invaluables y diera a Francia una imagen deplorable".
Los ministros de Cultura e Interior acordaron en una reunión de emergencia investigar qué salió mal y reforzar las medidas de seguridad donde sea necesario en las instituciones culturales de todo el país.
"Durante demasiado tiempo hemos prestado atención a la seguridad de los visitantes, pero no a la seguridad de las obras de arte", dijo a M6TV la ministra de Cultura, Rachida Dati, y agregó que esperaba implementar atajos en las reglas de contratación pública para acelerar la seguridad en los museos.
El robo duró entre seis y siete minutos y fue realizado por personas desarmadas que amenazaron a los guardias con amoladoras angulares, dijo un fiscal.
La investigación ha sido confiada a una unidad policial especializada que tiene una alta tasa de éxito a la hora de resolver robos de alto perfil.
"Me gustaría entender por mí misma cómo lo hicieron", dijo otra visitante del lugar, Daniela Fernandes da Costa, de 56 años, de Brasil.
"Consternación por el robo"
Darmanin prometió que los ladrones serían atrapados, pero eso no disipó la consternación, especialmente en un momento de crisis política.
"El Louvre es un símbolo global de nuestra cultura. Este robo (...) es una humillación insoportable para nuestro país", dijo Jordan Bardella, líder del partido ultraconservador Agrupación Nacional. "¿Hasta dónde llegará la desintegración del Estado?", agregó.
Francois-Xavier Bellamy, del partido conservador Republicanos, lo calificó como "un síntoma de un país que no sabe proteger su patrimonio".
Las ocho joyas robadas incluían una tiara y un pendiente del conjunto de la reina María Amelia y la reina Hortensia, de principios del siglo XIX. La corona de la emperatriz Eugenia se encontró fuera del museo, aparentemente caída durante la huida.
Christopher Marinello, fundador de Art Recovery International, una organización especializada en la recuperación de arte robado, dijo que la mayoría de los museos se quejaron de no tener suficientes fondos para la seguridad.
"El Louvre es uno de los museos mejor financiados del mundo. Y si se ven afectados, todos los museos son vulnerables", dijo a Reuters.