Jerusalén. Al menos nueve palestinos fueron asesinados ayer por tropas israelíes cuando “inspeccionaban sus casas” en la franja de Gaza, denunció el gobierno del enclave, y acusó a Tel Aviv de violar el alto el fuego previsto en el plan de paz del presidente estadunidense, Donald Trump. El ejército de Israel señaló que atacó a “sospechosos” que se acercaban a sus posiciones.
Las agencias humanitarias alertaron, a su vez, que el régimen del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, mantiene cerrado el cruce de Rafah, entre Gaza y Egipto, por lo que la ayuda humanitaria que ingresa al enclave es insuficiente, a lo que Tel Aviv reviró que sólo la mitad de los camiones acordados podrán entrar al devastado territorio.
Mahmoud Basal, portavoz de la Defensa Civil de Gaza –que opera bajo el gobierno de Hamas–, sostuvo que cinco personas fueron abatidas mientras “inspeccionaban sus casas” en el distrito de Shujaiya, en la ciudad de Gaza.
Las Fuerzas de Defensa de Israel sostuvieron que “para eliminar la amenaza” abrieron fuego y mataron a varios sujetos que se acercaron a sus posiciones tras cruzar la “línea amarilla” establecida en el plan deTrump para la retirada parcial de sus tropas .
Además, Basal declaró que un ataque con drones israelíes mató a una persona cuando apuntó a un grupo de civiles en la localidad de Al Fukhari, en el sureste de la ciudad de Jan Younis.
Más tarde, la cadena catarí de noticias Al Jazeera reportó que en total fueron nueve las personas asesinadas ayer por las tropas israelíes.
El portavoz de Hamas, Hazem Qassem, calificó ambos incidentes de “una violación del acuerdo de alto al fuego”, y pidió a “las diferentes partes vigilar el comportamiento del ocupante y no permitir que eluda sus compromisos ante los mediadores para finalizar la guerra”.
Se complica la entrega de 20 rehenes muertos
En el marco del acuerdo de paz, que preveía la entrega de todos los rehenes vivos y muertos en un lapso de 72 horas, el cual venció el lunes, Hamas devolvió ayer cuatro cuerpos de rehenes, con los cuales ya son ocho los restos entregados a Tel Aviv, que a su vez hizo lo mismo con 45 cadáveres de palestinos.
Hamas y el Comité Internacional de la Cruz Roja informaron a los mediadores del cese el fuego que recuperar los restos de todos los rehenes fallecidos –faltan 20–, es un desafío debido a la extensa destrucción en Gaza, y porque algunos de los restos se encuentran en zonas del enclave que están bajo el control israelí.
En represalia por esta demora, Tel Aviv anunció que sólo permitirá la entrada al enclave de 300 camiones de ayuda humanitaria, de los 600 que fueron acordados, lo cual sucederá a partir de hoy.
“Hamas violó el acuerdo sobre la entrega de los cuerpos de los rehenes, de modo que se restringirá la entrada de suministros a Gaza”, dice el comunicado enviado a Organización de Naciones Unidas (ONU). Tampoco se permitirá el ingreso de de combustible ni gas al enclave, salvo para necesidades específicas relacionadas con la infraestructura humanitaria.
En tanto, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) estimó que serán necesarios 70 mil millones de dólares para reconstruir la franja de Gaza, y 20 mil millones de dólares –que se necesitan con carácter urgente– para asistir a alrededor de 2.1 millones de personas durante los próximos tres años, de acuerdo con los datos de la Unión Europea y el Banco Mundial.
El representante especial del PNUD para Palestina, Jaco Cilliers, señaló que la destrucción en la zona “constituye 84 por ciento” y en algunas partes “llega a alcanzar 92 por ciento”.
Destacó que es necesario entregar suministros médicos y agua potable, además de retirar los escombros “ante la posibilidad de que haya artefactos explosivos ocultos.
“Ya hemos movido 81 mil toneladas” para que puedan tener acceso humanitario otros actores, apuntó Cilliers. “También ayudamos con despejar de cascajo los alrededores de hospitales y otro tipo de centros que ofrecen servicios sociales.”
El Fondo Monetario Internacional afirmó que el acuerdo de paz representa una oportunidad para una recuperación económica duradera no solamente en Gaza, sino en la región.
Por su parte, Francesca Albanese, relatora especial de la ONU para los territorios palestinos ocupados, pidió que la memoria de los 250 periodistas asesinados en Gaza “sea honrada en el Museo del Genocidio, que debe ser parte del programa de reparaciones que se les debe a los palestinos, cuando el genocidio realmente cese”.