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El estadunidense declaró que terminó la dolorosa pesadilla en Gaza. Miente. Foto
El estadunidense declaró que terminó la dolorosa pesadilla en Gaza. Miente. Foto Afp
14 de octubre de 2025 07:54

Miente Donald Trump cuando asegura que “terminó la larga y dolorosa pesadilla en Gaza”, porque mientras no exista un Estado de Palestina nada está resuelto, amén de que el expansionismo israelí no cejará en su empeño de robar territorio palestino como lo ha hecho desde 1948. Nada garantiza ni soluciona el supuesto “acuerdo de paz” promovido por el impune delincuente de la Casa Blanca (condenado por la justicia de su país por la comisión de 34 delitos graves) y aplaudido por el impune genocida Benjamin Netanyahu (acusado, desde 2016, por corrupción, fraude y abuso de confianza; además, es prófugo de la Corte Penal Internacional), que ha sido el primero en violarlo. Entonces, ¿“una nueva era”, cuando en los hechos nada cambia? ¿Un “amanecer histórico de un nuevo Medio Oriente” sólo benéfico para una parte?

¿Cuántas resoluciones de la Organización de Naciones Unidas han violado Israel y su titiritero Estados Unidos? Todas, comenzando con la número 181 de 1947, mediante la cual se llevó a cabo la “partición” de Palestina en dos estados, pero sólo se fundó uno, el mismo que desde entonces han impedido, y lo siguen haciendo, la creación del segundo. Y nada ha cambiado, a pesar de que a estas alturas 150 naciones reconocen al Estado de Palestina. Entonces, ¿“una nueva era”, porque “terminó la larga y dolorosa pesadilla”?

Para Trump, “las fuerzas del caos, el terror y la ruina” no son las de Israel (que tan sólo en los últimos dos años asesinaron a más de 67 mil palestinos, la mayoría niños y mujeres, dejaron heridos a cientos de miles y destruyeron Gaza), sino las palestinas. A las primeras, a lo largo de los años, Estados Unidos, cómplice, se ha encargado de financiar, armar hasta los dientes y mantener impunes; en el Consejo de Seguridad ha vetado toda resolución en contra de aquel país por violaciones a los derechos humanos, al derecho internacional, por crímenes de guerra y lo protege como si fuera propio. A las segundas, que “han plagado la región durante décadas, ahora se encuentran debilitadas, aisladas y totalmente derrotadas”, el inquilino de la Casa Blanca las condena a su “desaparición”.

Ayer, Trump se apersonó en el Parlamento de Israel (donde fue servilmente ovacionado) y ahí despotricó en contra de los “terroristas” (¿cómo? ¡Si los tenía enfrente!; sólo faltó un espejo para que él se reflejara), pero los legisladores de aquella nación y el propio inquilino de la Casa Blanca no soportaron que dos parlamentarios exigieran el reconocimiento del Estado de Palestina, algo que no estaba en el guion de cuento de hadas creado para satisfacer al inquilino de la Casa Blanca, por lo que de inmediato fueron expulsados del recinto por personal de seguridad. ¿Cómo se atrevieron a hacerle eso al “pacificador” de Medio Oriente?

El “acuerdo de paz” (“han hecho falta 3 mil años para llegar hasta aquí”, se vanaglorió el inquilino de la Casa Blanca, mientras las Fuerzas de Defensa de Israel, poco después de la liberación de rehenes, “irrumpieron en varias zonas de Cisjordania reocupada y comenzaron a atacar las casas de los palestinos”, de acuerdo con La Jornada) mantiene impune al genocida Netanyahu (quien no ha dejado de atentar contra los palestinos); sale ileso, como el resto de su pandilla. ¿Quién pagará por los asesinatos, el hambre, la destrucción total de Gaza? Para Trump eso es lo de menos, pero hay que subrayar que a ese terrorista israelí se le acabó el pretexto de los rehenes, por él utilizado de forma ignominiosa para esquivar tanto a la justicia de su país y la internacional, como a una parte de la sociedad que exige su renuncia. No obstante, es posible que le llegue la hora –salvo que Trump disponga lo contrario–, pero lamentablemente los que vienen detrás son igualmente salvajes.

Muestra de ello es lo siguiente: “tras el intercambio de rehenes por parte de Israel y Hamas, varios de los detenidos recién liberados condenaron las cárceles israelíes como ‘prisiones de injusticia’, informó el medio Al Jazeera. Uno de los ex rehenes declaró que la mayoría de los prisioneros palestinos en las cárceles israelíes son torturados más de una vez al día. Las tropas israelíes dispararon contra los reclusos con balas recubiertas de goma, causando heridas profundas en las partes íntimas y la espalda. Muchos detenidos también sufrieron descargas eléctricas. ‘Nos tuvieron detenidos en un matadero’”.

Las rebanadas del pastel

¿Cuántos “acuerdos de paz”, siempre de la mano de Estados Unidos, se han firmado a lo largo de casi ocho décadas? Cualquier cantidad, y todos han sido violados por Israel para así robar más y más tierra palestina.

X: @cafevega

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Netanyahu-Trump, impunes. “Acuerdo de paz”, unilateral. Medio Oriente, ¿“nueva era”?

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