Madrid.- Italia se convirtió en el epicentro europeo de la solidaridad con el pueblo palestino. Más de dos millones de personas se manifestaron en las calles para repudiar el genocidio y la limpieza étnica en la franja de Gaza y para denunciar el asalto a la Global Sumud Flotilla, en una jornada de huelga general que además paralizó al país. Los sindicatos calificaron de “éxito” la jornada e movilizaciones, en la que se registraron 100 marchas, entre ellas la de Roma, la más multitudinaria, que reunió a 300 mil ciudadanos.
El país gobernado por la ultraderechista Giorgia Meloni también es el lugar en el que el músculo social para denunciar la situación en Gaza está más vigoroso.
Según la Confederación General Italiana del Trabajo (CGLI), la jornada de huelga general fue “un éxito: más de dos millones de personas han salido a la calle para participar en las manifestaciones que se han celebrado en más de cien ciudades italianas con motivo de la huelga general nacional en defensa de la Flotilla, de los valores constitucionales, para detener el genocidio y en apoyo al pueblo de Gaza. Y 300 mil personas han recorrido las calles de la capital”, según informaron en un comunicado casi al final de las movilizaciones para hacer un balance de lo ocurrido durante el día, en el que la huelga general tuvo entre sus grandes detractores a los miembros del gobierno de Meloni y a la propia mandataria.
En el comunicado, los sindicatos advierten que “según los datos recibidos hasta ahora, la participación media nacional en la huelga general se sitúa en torno al 60 por ciento”, todo un éxito si se toma en cuenta que la convocatoria fue prematura, hace sólo un par de días, cuando se registró el asalto y la detención de los más de 400 activistas que viajaban en la Flotilla.
Durante la jornada hubo, según la CGLI, “un clima pacífico y democrático, con la participación extraordinaria y sin precedentes de los jóvenes, que reclaman un futuro de paz y justicia social, con trabajo estable y lucha contra la precariedad. Trabajadoras y trabajadores, ciudadanas y ciudadanos, estudiantes han hecho oír su voz en apoyo a la Flotilla Global Sumud y en solidaridad con los activistas detenidos, por la paz y para reafirmar el derecho internacional. La movilización no se detiene”.
Desde las administraciones públicas se informó que a raíz de la huelga general se registraron numerosos incidentes en el transporte público y en el tráfico de las principales ciudades, como Roma y Milán, donde el caos circulatorio fue total a consecuencia de las multitudinarias manifestaciones. También hubo grandes movilizaciones en Bolonia, Palermo, Cagliari, Florencia, Pisa, Genova, Verona, Turín, Bérgamo y Perugia, entre otros.
En Milán, activistas ocuparon la Universidad Estatal, mientras que en Turín se produjeron choques con la policía en la Universidad Politécnica y en la feria tecnológica que se celebra esta semana, que incluye la presencia de varios dirigentes de la Unión Europea (UE), como la presidenta de la Comisión Europea (CE), la alemana Ursula von der Leyen. En Bolonia, los manifestantes forzaron su entrada a la autopista tras enfrentarse con agentes antidisturbios. En Pisa, la autovía Florencia-Livorno quedó bloqueada, y en Perugia varios miles de personas ocuparon los andenes de la estación central.
El otro centro europeo de la solidaridad con Palestina es Barcelona, donde por segundo día consecutivo miles de jóvenes salieron a las calles del centro de la ciudad para denunciar el genocidio y exigir la liberación de los detenidos por el ejército israelí en el asalto a la Flotilla. Durante la protesta gritaron consignas como “Gaza, no estás sola”, “Israel asesina, Europa patrocina”, “Boicot a Israel” y “Desde el río hasta el mar, Palestina vencerá”, entre otros.
Además un grupo de jóvenes mantienen una acampada de protesta en la plaza de la Carbonera, que colinda con el World Trade Center, el centro financiero de la capital catalana. Su objetivo es mantener la protesta de forma indefinida hasta que se atiendan sus reivindicaciones, que son “poner fin al bloqueo en Gaza, garantizar la liberación inmediata de los miembros de la Flotilla, decretar un embargo total de armas a Israel y romper las relaciones diplomáticas, comerciales, culturales y deportivas con el Estado israelí”.