Al evasor Ricardo Salinas Pliego se le acabó el tiempo, sus trucos legaloides y sus “amigo$” en el Poder Judicial. Ya no le alcanzan sus chantajes, amenazas, campañas mediáticas, fanfarronerías y demás: se cierra el círculo y más temprano que tarde debe pagar sus voluminosos adeudos fiscales en México (hasta ahora estimados en 74 mil millones de pesos y contando) y todos sus “pendientes” con bonistas e inversionistas de Estados Unidos. De hecho, entre lo más reciente, el juez estadunidense Paul G. Gardephe puso freno a su intento de alargar artificialmente un juicio, por lo que debe cubrir alrededor de 580 millones de dólares (originalmente eran 400 millones).
De esto último da cuenta La Jornada (Dora Villanueva): “un juez del distrito sur de Nueva York ordenó a Tv Azteca desistir de un par de demandas que la televisora presentó en México contra sus acreedores, a fin de no pagar sus deudas por la emisión de bonos que en 2017 equivalía a 400 millones de dólares. También le prohíbe intentar un nuevo procedimiento en tribunales mexicanos; de no hacerlo, la empresa y sus representantes caerán en desacato, cuyas sanciones van de lo económico a lo penal.
“El juez Paul G. Gardephe resolvió que la televisora de Ricardo Salinas Pliego debe desistir de un par de procedimientos judiciales presentados en julio y septiembre de 2022 en México con el que Tv Azteca buscó blindarse frente a sus acreedores (el ‘impartidor de justicia’ que aquí lo protege es el presidente del sexagésimo tercer juzgado civil del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, Miguel Ángel Robles Villegas, quien al de los abonos chiquitos concedió una serie de amparos para evadir los reclamos de sus demandantes estadunidenses).”
Para Salinas Pliego, el problema es que seis de las subsidiarias de Tv Azteca fueron constituidas bajo las leyes de Estados Unidos y con base en ellas deberá responder en los tribunales de aquel país, no en México, a cuyo gobierno pretende involucrar para que le saque las castañas del fuego.
Sobre este particular, ayer la presidenta Claudia Sheinbaum se pronunció: en las sucias maniobras de Salinas Pliego “hay un juez de lo civil en la Ciudad de México, en donde este grupo empresarial, durante la pandemia, asegura que no puede, que no está en condiciones de pagar dada la situación. Entonces, este juez (citado líneas arriba) no informa a las autoridades de Estados Unidos y le da, digamos, la validez. Tendrá que revisar el Tribunal de la Ciudad de México cómo fue que se dio esta situación”.
Dijo algo más: “¿qué es lo importante? ¿Por qué tenemos que ver nosotros? Porque sobre este caso y algunos otros hay arbitrajes internacionales relacionados con una queja que se puso relacionada con el Tratado Comercial en la que están pidiendo que el Estado mexicano intervenga. Nosotros, evidentemente, si hay una deuda, tiene que pagarse, igual que en el caso de México. ¿Qué dice el gobierno de México? En efecto, si hay una deuda tiene que pagarse. Y en todo caso, los tribunales tienen que resolverlo en este sentido”.
Para el caso mexicano (la evasión de Salinas Pliego), Sheinbaum reiteró que “si una persona –moral o física– que tiene deudas con Hacienda, con el Servicio de Administración Tributaria (SAT), si decide pagarlo, tiene derecho a descuentos por multas (siempre en el marco de la ley) de acuerdo con lo establecido en el Código Fiscal. Entonces, si se acercan a pagar, van a tener sus descuentos; si no pagan, va a seguir el juicio, y ya el juicio lleva otras conclusiones relevantes, ¿no?”
Entonces, el bravucón Salinas Pliego quedó atrapado en un movimiento de pinza: por un lado, la autoridad tributaria mexicana; por el otro, el aparato judicial estadunidense, y en medio el evasor, de tal forma que el resultado es más que previsible: paga, aquí y allá, o se le embarga y va a la cárcel, porque se le acabaron las fichas, sus amigos “impartidores de justicia” y el tiempo.
Las rebanadas del pastel
Los genocidas Donald Netanyahu y Benjamín Trump anunciaron lo que denominaron “plan de pacificación en Gaza” (sin la participación de la Autoridad Nacional Palestina ni Hamas), que prevé el establecimiento de una “junta de paz” presidida por (¡sorpresa!) el presidente estadunidense, quien aseguró: “no lo he pedido yo; créanme. Estoy muy ocupado, pero teníamos que asegurarnos de que esto funcione (para proteger los intereses israelíes). Los líderes del mundo árabe e Israel y todos (¿?) me han pedido que lo haga, así que estará presidida por un caballero conocido como Donald Trump. Eso es lo que quiero. Algo más de trabajo extra”. Más cínicos, imposible.
Twitter: @cafevega