Nuevo Laredo, Tamps. Las enfermedades cardiovasculares se mantienen como la principal causa de muerte en Nuevo Laredo. De acuerdo con datos oficiales del Sector Salud, tan solo en el primer semestre del año se han registrado 383 defunciones atribuidas a este tipo de padecimientos, lo que refleja la persistencia de un problema de salud pública que afecta con fuerza a la población local.

Del total de fallecimientos, 240 fueron hombres y 143 mujeres, una diferencia significativa que revela también un mayor impacto en la población masculina.

La conmemoración del Día Mundial del Corazón, este lunes 29 de septiembre, sirve como un llamado urgente a la concientización. Autoridades de salud están redoblando esfuerzos para alertar a la ciudadanía sobre la necesidad de prevenir enfermedades cardiovasculares, en especial aquellas relacionadas con la hipertensión arterial, una condición silenciosa pero letal.

El doctor Filiberto Martínez Cuéllar, epidemiólogo del Hospital General de Nuevo Laredo, explicó que la hipertensión arterial es un factor de riesgo clave detrás de muchas de las complicaciones cardiovasculares que terminan en tragedia.

“La presión arterial descontrolada es un factor determinante en los infartos al miocardio”, advirtió. “En el hospital atendemos alrededor de tres casos de infarto agudo al mes, la mayoría asociados con pacientes que no tienen un control adecuado de su presión”.

 El especialista añadió que este problema se agrava cuando se combina con otros factores como el sedentarismo, la obesidad y una alimentación poco saludable. Señaló que muchas personas desconocen su condición o la subestiman, lo que permite que el daño al organismo se acumule sin dar síntomas evidentes.

“Estamos viendo las consecuencias de no darle importancia a la hipertensión. Muchas personas creen que si no sienten malestar, no pasa nada. Pero la realidad es que el cuerpo sufre daños silenciosos que pueden terminar en infartos o derrames cerebrales”, explicó.

Frente a este panorama, las instituciones del Sector Salud han intensificado las campañas preventivas, promoviendo cambios en el estilo de vida como principal estrategia para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.