Farmingdale. El equipo de Europa tomó el mando de la Ryder Cup frente al de Estados Unidos con un marcador de 5.5-2.5, este viernes en la primera jornada celebrada en Nueva York, donde el presidente Donald Trump fue recibido con una mezcla de vítores y abucheos.
El mandatario republicano trató de reactivar a un Team USA en problemas tras verse 3-1 abajo en la sesión matinal en el campo de Bethpage Black, en Farmingdale.
“Al enterarme de la situación, dije: ‘subámonos al avión. Tenemos que volar y ayudarlos’”, declaró Trump a periodistas antes de abordar el vuelo.
Junto a su nieta, Kai Trump, el presidente, gran aficionado al golf, se sentó en un área protegida por un cristal blindado, pero también descendió al césped para saludar a figuras del equipo local, como el capitán Keegan Bradley, además caminó con una de las estrellas del combinado, Bryson DeChambeau, en el primer tee.
Su presencia motivó un refuerzo de las medidas de seguridad a lo largo de Bethpage Black, cuyos 18 hoyos se extienden a lo largo de 6.8 kilómetros.
Otras personalidades, como la leyenda de la NBA Michael Jordan, acudieron también a la inauguración de la edición 45 de este emblemático torneo bienal.
La presencia de las celebridades y el ruidoso aliento de los aficionados no fue suficiente para evitar un fulgurante arranque del equipo visitante, que defiende el título logrado en 2023 en Roma.
A media jornada, el propio capitán Bradley dijo que con la llegada de Trump “las cosas van a cambiar”, pero el presidente no fue el revulsivo que esperaban.
Bradley ni siquiera pudo contar con el estelar Scottie Scheffler, el número uno mundial, que cayó en sus dos juegos del día.
En cambio, el español Jon Rahm, figura europea, salió airoso de sus dos partidos frente a poderosos rivales.
Junto con el inglés Tyrrell Hatton, Rahm superó a DeChambeau y Justin Thomas por 4-3 en la sesión matinal, que los europeos dominaron por 3-1 en el formato de foursomes (rondas de tiros alternados).
En la función vespertina, jugada en four-ball (mejor bola), Rahm y el austriaco Sepp Straka batieron por 3-2 a Scheffler y J.J. Spaun, los campeones de tres de los cuatro Grand Slams de este año.
En otros duelos de la tarde, los estadounidenses Justin Thomas y Cam Young derrotaron a Ludvig Aberg y Rasmus Hojgaard por 6-5 mientras los ingleses Justin Rose y Tommy Fleetwood superaron a DeChambeau y Ben Griffin por 1 arriba.
Los locales Sam Burns y Patrick Cantlay empataron con los europeos Shane Lowry y Rory McIlroy en el cierre del programa.
Como vigente campeón, al equipo europeo le basta con sumar 14 de los 28 puntos en juego para retener el trofeo el domingo, mientras los estadunidenses tienen que llegar a 14.5.
Los locales lideran la rivalidad histórica con un balance de 27 victorias contra 15 derrotas, con dos empates, pero Europa lidera por 12-9, con una igualdad, desde que su equipo se expandió más allá de Reino Unido e Irlanda en 1979.