“ Dilexi te” es el título de la primera exhortación apostólica del papa León XIV, que quiere decir: te he amado. Según anunció la oficina de prensa de la Santa Sede, la firma de la exhortación apostólica tuvo lugar el sábado 4 de octubre. El documento se presentará el 9 de octubre en la sala de prensa de la Santa Sede.
¿Qué es una exhortación apostólica? Es un documento magisterial escrito por el Papa para animar, invitar e inducir a los miembros de la Iglesia y la feligresía hacia los temas tratados en la exhortación. Se considera el tercer documento papal en importancia, después de las constituciones apostólicas y las encíclicas.
Según Vatican News, que es el portal oficial de noticias de la Santa Sede, la exhortación apostólica Dilexi te se centraría en los pobres. Esta obra fue iniciada por el papa Francisco; en homenaje y en continuidad, esta exhortación lleva este título, siguiendo el “Dilexit Nos” (Dios nos ama) del papa Bergoglio de finales de 2024, su último documento magisterial. La centralidad de los pobres ha sido enfatizada en varias ocasiones por el papa León XIV durante sus casi cinco meses de pontificado.
También podemos esperar algunos comentarios sobre las guerras, la emergencia climática y los modelos económicos que causan la pobreza y la injusticia social. Podría haber un llamado a la Iglesia para que considere a los pobres como protagonistas y no sólo como sujetos a quienes ayudar. El Papa ha hablado a menudo del cuidado de los pobres. Lo hizo durante la canonización de Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis el 7 de septiembre: “Vivieron este amor a Jesucristo sobre todo en la eucaristía, pero también en los pobres, en sus hermanos y hermanas”.
Los temas de la pobreza y los pobres, a pesar de estar en el centro del mensaje bíblico, ha sido cuestionado por los sectores conservadores. En la Edad Media, San Francisco de Asís consagró su vida a los pobres y predicaba que la pobreza es el modo en que el hijo de Dios entró en el mundo. Diferentes órdenes religiosas, como los franciscanos, dominicos y agustinos, orden a la que pertenece León XIV, hacen votos de pobreza.
Es una elección religiosa, el voto de pobreza, caracterizada por el desapego de los bienes materiales, la renuncia a la propiedad personal en pro de la vida comunitaria para seguir a Cristo y servir a los demás. Durante la Edad Media hubo órdenes mendicantes orientados a vivir como pobres. Basaban su subsistencia en la limosna, renunciando a los bienes propios para vivir de forma pobre y viajera, y dedicarse a la predicación, evangelización y servicio, especialmente a los más necesitados.
En el siglo XVI, en plena colonización española de América, la mayor parte del clero español apoyó la imposición violenta de los conquistadores. Sin embargo, sectores del clero optaron por defender la dignidad de los pobladores originarios. Tal fue el caso de fray Bartolomé de las Casas, que se caracterizó por defender a los indios de las injusticias que sufrían, criticó a la monarquía española por no protegerlos de los conquistadores españoles que los explotaban por medio de la institución de la encomienda.
Antonio de Montesinos fue conocido por su denuncia de los abusos de los colonizadores españoles contra los indígenas en La Española (hoy República Dominicana y Haití). Su famoso sermón del 21 de diciembre de 1511 criticó a los encomenderos por su crueldad y exigió la devolución de los indios a la libertad y a sus tierras. Hay muchos otros, sólo constatar que estos religiosos son precursores de los actuales derechos humanos.
En el siglo XX, durante el Concilio Vaticano II, la Constitución Pastoral Gaudium et Spes, uno de los documentos claves, afirma que las alegrías, esperanzas, tristezas y angustias de los hombres, especialmente de los pobres y sufrientes, son también las de la Iglesia, estableciendo una conexión directa entre la experiencia humana y la misión eclesial.
Su adaptación a la realidad latinoamericana, la Conferencia del Episcopado Latinoamericano realizada en Medellín, Colombia (1968), implicó un compromiso directo con las mayorías desposeídas, la vinculación con las culturas populares y el trabajo de laicos y religiosos en las zonas más necesitadas. Afirmó la opción por los pobres como la misión cristiana central y el cometido de liberación ante la miseria y la generalizada injusticia social en la región.
Este planteamiento propicia la llamada Teología de la Liberación en los años 70. Más allá de un pensamiento religioso, la teología latinoamericana se convirtió en poderoso movimiento social a través de las comunidades de base. La reacción conservadora fue frenética. La opción por los pobres polarizó a la Iglesia católica en nuestro continente. Los pontificados de Juan Pablo II y de Benedicto XVI actuaron con represión frente al progresismo católico, generando una guerra fría en el interior de la Iglesia.
Por ello se guardan muchas expectativas de cómo aborda León XIV la relación entre la pobreza, los pobres y la Iglesia católica.
No podemos dejar de lado a Gustavo Gutiérrez, padre de la Teología de la Liberación cuando externó: “Ser cristiano es ser testigo de la resurrección de Jesús y significa también superar la pobreza que es muerte y algo inhumano, contrario a la voluntad de Dios. Si la pobreza es contraria a la voluntad de Dios, luchar contra la pobreza es una forma de decirle sí al reino de Dios”.