Ciudad de México. Diversas organizaciones de la sociedad civil celebraron que el gobierno federal haya incluido impuestos a las bebidas azucaradas y al tabaco en el Paquete Económico 2026 para proteger la salud y fortalecer las finanzas públicas. Sin embargo, consideraron que las actuales propuestas “aún son limitadas y requieren ser fortalecidas por el Congreso de la Unión”.
En el caso de los refrescos, plantearon que el impuesto debe elevarse a 7 pesos por litro, mientras en el caso del tabaco debe ampliarse a 3 pesos por cigarrillo, esto con base en recomendaciones internacionales. Lamentaron además que el paquete fiscal no incluya tasas a bebidas alcohólicas.
En conferencia de prensa realizada esta mañana, integrantes de organizaciones como El Poder del Consumidor, Salud Justa, Red de Acción sobre Alcohol y Fundar, reconocieron a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo el haber tomado la decisión de considerar estos como impuestos saludables.
Llamaron al Congreso de la Unión a fortalecer la propuesta, considerar las recomendaciones internacionales —para ampliar los impuestos— e incorporar el gravamen al alcohol.
“No podemos seguir permitiendo que estas industrias se sigan haciendo ricas a consta de a la salud y muerte de la población”, señaló Yahaira Ochoa, de Salud Justa.
Iván Benumea, coordinador del Programa de Justicia Fiscal de Fundar, detalló que el paquete económico presentado por la Secretaría de Hacienda contempla un impuesto de 3.18 pesos por litro de refresco, lo que “es insuficiente. El IEPS por sí solo debería ascender a más de 20 por ciento del precio final de una bebida azucarada, la cuota por litro debería de ser de 7 pesos”.
Indicó que con esto se reduciría 27 por ciento el consumo de esos productos y podrían recaudarse 100 mil millones de pesos, esto es, 25 mil millones más de lo que hoy contempla la propuesta de Hacienda.
El director del Poder del Consumidor, Alejandro Calvillo, aseveró que en años recientes México ha presentado un incremento en enfermedades como sobrepeso, obesidad y diabetes, ligadas al consumo de bebidas azucaradas.
De acuerdo a un estudio reciente, dijo, uno de cada tres nuevos casos de diabetes y uno de cada siete enfermedades cardiovasculares “se debe al consumo de estas bebidas”. Aunado a ello, cada año mueren más de 40 mil personas por padecimientos ligados a la ingestión de refrescos.
“El impuesto que proponemos es de 7 pesos por litro, que representaría 20 por cierto de su precio. Un impuesto de 20 por ciento es el mínimo recomendado para lograr efectos claros en reducción del consumo”.
Señaló que a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, la Unicef y la FAO para gravar con impuestos altos ese tipo de productos, se han sumado organismos financieros internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la OCDE.
“La realizan porque no es sostenible para un gobierno estar enfrentando enfermedades que generan el consumo de estos productos, no hay sistema de salud que pueda enfrentar las consecuencias, los costos directos e indirectos que generan tabaco, alcohol y bebidas azucaradas”, apuntó.
Erick Antonio Ochoa, director de Salud Justa Mx, reconoció el “compromiso” de la presidenta Sheinbaum con la salud de los mexicanos al haber decidido dar el paso para combatir el consumo de tabaco y sus derivados.
Sin embargo, remarcó que el impuesto planteado en el paquete es insuficiente, y se sumó a que sea de 3 pesos por cigarrillo, lo que ayudará a reducir 63 mil muertes provocadas por tabaquismo cada año en el país.
Por su parte, Luis Alonso Robledo, representante de la Red de Acción sobre Alcohol, lamentó que no se haya contemplado el impuesto para las bebidas alcohólicas.
Remarcó que en México el consumo de alcohol está relacionado con 41 mil muertes anuales y está vinculado a seis de las 10 principales causas de muerte.
“Es responsable de siete tipos de cáncer, cirrosis hepática, pancreatitis, y más de 200 enfermedades y condiciones adversas de salud. También se asocia con 20 por ciento de los siniestros viales fatales”.
Además, tiene enormes costos sociales: en 2023, 45 por ciento de los homicidios dolosos fueron cometidos por personas bajo sus influjos; 65 por ciento de quienes murieron en riñas callejeras estaban bajo influjos del alcohol; las mujeres tienen 3.5 veces mayor riesgo de sufrir violencia severa cuando su pareja toma alcohol. “El costo económico asciende a 552 mil millones de pesos, equivalentes a 2.1 por ciento del PIB”.