San Luis Potosí, SLP. La forma en que nacemos influye en nuestra vida adulta ya que la violencia normalizada desde el alumbramiento incide en los niveles sociales, “está comprobado que los países con mayor incidencia de partos respetados y menor número de cesáreas registran menos crímenes violentos”, señaló Gabriela Cruz Ortiz, especialista y maestra en criminología.
La catedrática explicó que “la violencia obstétrica debe visibilizarse como una forma de prevención. Tras revisar estudios de áreas jurídicas, sicológicas y siquiátricas, se ha confirmado científicamente que existe relación entre la violencia en el parto y la violencia en la adultez. Por ello debemos observar cómo nacemos para entender por qué ha aumentado la violencia en la sociedad”.
La experta expuso en la conferencia “Aspectos criminológicos y victimológicos de la violencia obstétrica”, durante el Primer Congreso Internacional de Criminología, Victimología y Política Criminal, organizado por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, cómo las mujeres son víctimas en distintos contextos sociales, económicos y educativos, y cómo esas condiciones influyen en la forma en que se ejerce la violencia.
Cruz Ortiz llamó al empoderamiento de las mujeres mediante la recuperación de la confianza en su propio cuerpo: un parto sin dolor, la eliminación de episiotomías de rutina cuando no son necesarias, la justificación médica de cada intervención, el derecho a alimentarse, deambular y elegir la posición más cómoda para parir. Subrayó que obligarlas a permanecer acostadas constituye una forma de tortura.
“Es importante que todas y todos conozcamos qué es la violencia obstétrica, cuáles son las prácticas reconocidas por la Organización Mundial de la Salud, y exigir que se salvaguarden los derechos de las mujeres”, afirmó.
La especialista recordó que aunque el marco jurídico existe en tratados internacionales y legislación interna, sólo siete estados del país tipifican la violencia obstétrica como delito. Reconoció que ha habido intentos institucionales y elaboración de normas en cada administración, pero persiste la falta de políticas públicas, presupuesto e infraestructura.
Añadió que la Norma Oficial establece el derecho al acompañamiento durante el parto, condicionado al espacio hospitalario, lo que muchas veces impide su cumplimiento.
Por ello insistió en la necesidad de invertir en instalaciones adecuadas que garanticen esta prerrogativa.