Ciudad de México. En el primer día de reapertura de la puerta principal de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para atención ciudadana, la activista Silvia Castillo Hernández protestó este martes en el recibidor del alto tribunal, a gritos y casi desnudándose, para exigir justicia por el asesinato de su hijo en 2019 y denunciar omisiones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

La protesta, casi al mediodía, provocó que la puerta principal de más de tres toneladas y media fuera cerrada por unos minutos, mientras al mismo tiempo la atendió personal de atención ciudadana del ministro Hugo Aguilar Ortiz. 

Silvia, quien participó en la toma de las oficinas de la CNDH en 2020, logró pasar el primer filtro de vallas metálicas de la Corte, montadas sobre la calle de Pino Suárez. 

En las escalinatas del Alto Tribunal gritó: “yo solo pido justicia. Golpearon y quemaron a mi hijo. Los jueces que atendieron su caso de “corruptos” y agregó que “(Rosario) Piedra (presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos) me prometió un abogado cuando dejé las instalaciones de Cuba 60. Yo no rompí, yo no quemé, yo no robé. Nada más pido justicia, es todo lo que pido”. 

La mujer llevó su protesta a la recepción de la Corte, que el día de ayer fue abierta después de más de dos años de mantenerse cerrada por manifestaciones y posteriormente por medidas sanitarias ante la pandemia del COVID. Desde ese punto, ante un cerco de personal de seguridad, la mujer se manifestó a gritos aclamando justicia y se despojó de la parte baja de su ropa, quedando solo con brasier. 

El acto provocó que las autoridades cerraran por un par de minutos la puerta. Luego, la mujer salió y montó una pancarta en la que señaló: “Este era Alan, mi hijo, que fue golpeado y quemado vivo por Juana Oscar y Adrián, todos protegidos por todas las autoridades corruptas de San Luis Potosí”.