Madrid. “Cuando el mundo se queda en silencio, nosotros zarpamos”, señalaron los integrantes de la Global Sumud Flotilla al soltar amarras ayer al filo de las 3:30 de la tarde (hora local) desde el puerto de Barcelona. El grupo se conforma por 37 pequeñas embarcaciones en las que se movilizan unas 400 personas con el objetivo de llegar a las costas de Gaza y romper así el bloqueo que sufre esta región por parte del Estado de Israel.
Miles de personas los despidieron con gritos de apoyo a la causa palestina, conscientes de que los participantes de la Global Sumud Flotilla afrontarán en las próximas semanas una travesía repleta de riesgos, sobre todo la amenaza latente de las milicias israelíes, que podrían desde detenerlos en alta mar hasta “bombardearlos”.
Entre los miembros de esta “misión no violenta” que busca abrir un corredor humanitario en Gaza se encuentran seis ciudadanos mexicanos y varias personalidades famosas, como la activista sueca Greta Thunberg, los actores Eduard Fernández, Liam Cunningham, Susan Sarandon y el cómico y escritor irlandés Tadhg Hickey.
“El hecho de que la flotilla esté en marcha muestra el fracaso del mundo a la hora de hacer que se respeten los derechos internacional y humanitario. Es un periodo vergonzoso en la historia de nuestro mundo y deberíamos estar colectivamente avergonzados”, declaró Liam Cunningham y la ex alcaldesa de Barcelona Ada Colau.
Esta misión, llamada Global Sumud Flotilla, “es diferente” a las anteriores, ya que “ahora somos muchos más barcos, somos muchas más personas, y esta movilización es histórica”, declaró Thunberg en entrevista con AfpTV.
La Global Sumud Flotilla (sumud significa resiliencia en árabe) se define en su web como una organización “independiente y no afiliada a ningún gobierno ni partido político”.
Con las consignas de “Palestina libre” y “No es una guerra, es un genocidio”, y enarbolando banderas palestinas, miles despidieron a la “flotilla” de la dignidad, para la que una de sus principales reivindicaciones es llamar la atención de la inacción de la comunidad internacional ante el genocidio perpetrado por Israel contra la franja de Gaza.
La misión, que insisten en definir como “no violenta” y “legal”, ya que su destino final son las costas de Gaza, está compuesta por cerca de 400 personas de orígenes y oficios diversos, y que proceden de hasta 44 países.
En las pequeñas y medianas embarcaciones van expertos en navegación, abogados, médicos y ciudadanos comprometidos con la causa palestina, que además llevan una carga simbólica de ayuda humanitaria, sobre todo medicinas y alimentos básicos.
La travesía debe durar entre dos y tres semanas, en las que habrá varias paradas para que se incorporen a la misión más embarcaciones en los puertos de Túnez, Catania, Sicilia y Grecia.
A pesar de ser, según sus organizadores, la “misión humanitaria más grande la historia” con el pueblo palestino, los riesgos respecto a la actuación del ejército israelí son latentes, más aún con los antecedentes, como ocurrió con la embarcación Handala, que fue interceptada por las milicias israelíes en julio pasado mientras navegaba hacia Gaza para romper el bloqueo y entregar alimentos y medicamentos.
Los tripulantes de aquella misión fueron arrestados y deportados.
Pero hay más precedentes, como el que se registró en junio pasado, cuando otro barco de la Flotilla de la Libertad, el Madleen, fue igualmente abordado en aguas internacionales y, entre los tripulantes detenidos, estaba la propia Greta Thunberg y un destacado activista brasileño, Thiago Ávila, quien fue sometido a torturas y encarcelado, y que logró su liberación después de una huelga de hambre y sed en la prisión en la que fue enclaustrado por el Estado israelí.
Antes de partir, muchas miradas estaban puestas en la activista climática Greta Thunberg, de 22 años, por su proyección mediática, quien aseguró ante los medios que “esta es una misión para desafiar al sistema internacional extremadamente violento y que opera con normalidad, que no respeta el derecho internacional”, y añadió que “cada vez más gente está abriendo los ojos ante las atrocidades del gobierno de Benjamin Netanyahu” y que “los gobiernos y nuestros representantes públicos están traicionando y fallando a los palestinos y a todas las personas oprimidas del mundo”.
Aclaró que lo más importante no es la misión de la flotilla, sino exhibir cómo el mundo puede estar en silencio y no responder ante la opresión a los palestinos, subrayó la activista.
“La historia es sobre Palestina. La historia es cómo a las personas se les está privando deliberadamente de los medios más básicos para sobrevivir”, insistió la sueca este domingo en rueda de prensa en el puerto de Barcelona.
Considera que “Israel es muy claro sobre su intento genocida” y se mostró asustada al ver cómo la gente puede seguir su vida como si nada pasara ante un genocidio transmitido en directo, según ella, indicó Afp.
En una conferencia de prensa realizada antes de la partida en Barcelona, el actor Liam Cunningham mostró un video de una niña cantando mientras planeaba su propio funeral. La niña, Fátima, murió hace cuatro días, lamentó.
“¿En qué tipo de mundo hemos caído donde los niños están organizando sus propios funerales?”, preguntó Cunningham.
“El hecho de que la flotilla esté en marcha muestra el fracaso del mundo a la hora de hacer que se respeten los derechos internacional y humanitario. Es un periodo vergonzoso en la historia de nuestro mundo y deberíamos estar colectivamente avergonzados”, aseveró Cunningham
Saif AbuKeshek, vocero de la organización, explicó que “lo que está pasando en Palestina no es un desastre natural. A propósito, se está impidiendo que entre la ayuda humanitaria, forzando la muerte de personas mientras la comida y medicinas están a escasos kilómetros, en la frontera, esperando poder entrar”.
Y de ahí la importancia de la misión, en la que “estudiamos todos los escenarios que pueden ocurrir. Lo que tenemos muy claro es que ninguno de los riesgos que podamos enfrentar es comparable con los peligros que enfrentan los palestinos. Da igual el resultado, da igual lo que pueda hacer Israel, pero nuestro papel, nuestra responsabilidad, es volver una vez más, cada vez más fuertes”.
Con información de Afp, Ap y Europa Press