Ciudad de México. La educación superior pública y autónoma necesita una arquitectura jurídica sólida que no le tema al cambio, aseveró el rector de la UNAM, Leonardo Lomelí, al señalar que el país atraviesa una etapa de cambios y reformas impostergables en torno a la ciencia y la educación.
Durante la inauguración del 19 Seminario de la Red Jurídica de Universidades Públicas, el rector de la universidad nacional apuntó que lejos de ser un apéndice del derecho administrativo, el entramado jurídico en las instituciones de educación superior debe articular disposiciones federales, estatales e internas, reflejando la pluralidad y vitalidad del sistema de educación superior pública.
"Actualmente atravesamos una etapa de cambios y reformas impostergables en torno a la ciencia, la educación, la equidad de género, la digitalización, el medio ambiente y la cultura. Este escenario demanda vigilancia activa, una capacidad analítica constante, una firme disposición al trabajo conjunto", alertó.
Por ello, destacó, es menester reconocer que la labor de todas y todos los abogados y juristas es indispensable al traducir el lenguaje del derecho a la operación cotidiana de las instituciones de educación superior, acompañar los procesos de transformación, la prevención de conflictos, construir confianza y salvaguardar los principios ante las transformaciones sociales y apertura a la innovación.
Ante abogados y especialistas en Derecho, reunidos en el Auditorio Alfonso Caso, Hugo Alejandro Concha Cantú, Abogado General de la Universidad Nacional, añadió que las universidades son espacios en constante proceso de traducción y redefinición a través de las interacciones entre sus actores, lo que las convierte en un espacio complejo donde se construye y reproduce conocimiento, pero también donde se negocia la autonomía y la estructura organizacional.
Al hacer uso de la palabra, el secretario General Ejecutivo de la ANUIES, Luis Armando González Placencia, estimó que en este momento la humanidad enfrenta un cambio civilizatorio que está afectando a las universidades, lo que se refleja en los entornos jurídicos en una fuerte presión que ejercen ideologías extremas que cuestionan el avance que con grandes esfuerzos hemos y han logrado las distintas expresiones de la diversidad en contra de los derechos humanos.
En un contexto, caracterizado por la constante amenaza de violación a nuestras autonomías, prosiguió, así como por las presiones financieras que enfrentamos, el ejercicio del derecho en las instituciones universitarias se enmarca en el cumplimiento de las obligaciones de respeto, promoción, protección y garantía de los derechos de nuestras comunidades y exige una mentalidad abierta del jurista a la transformación social y al cambio jurídico.