En menos de un mes, dos enormes socavones dejaron inhabitable una casa y redujeron a casi nada dos negocios en la alcaldía Gustavo A. Madero. El primero se formó sobre avenida Gran Canal, casi esquina con avenida Villa de Ayala, en la colonia San Felipe de Jesús.
Tras las lluvias torrenciales de las semanas recientes, el suelo cedió en un predio habitado por una familia. La oquedad alcanza ya 10 metros de profundidad y no más de 15 metros de largo; y cada día se sigue desgajando la tierra, lo que amenaza con tirar también una miscelánea ubicada en el mismo terreno.
El encargado de la tienda, Jaime Martínez, contó que debido a las pérdidas “seguimos parados sin trabajar”. Los propietarios de la vivienda se vieron obligados a mudarse, mientras vecinos de la casa aledaña viven con temor de que su casa sufra los mismos daños. El problema, señalan, se debe al colapso de la red de drenaje que tiene más de cinco décadas de antigüedad.
Un socavón de 10 metros de profundidad se abrió en una vivienda de la colonia San Felipe de Jesús, en la demarcación territorial Gustavo A. Madero, dejándola inhabitable. Foto Mara Ximena Pérez
A sólo dos calles de distancia, sobre la misma avenida, esquina con la calle Morelos, en la colonia 25 de Julio, se abrió otra gran oquedad de cuatro metros de diámetro, ocho de profundidad y 10 de largo. De acuerdo con los afectados, ni la alcaldía ni las secretarías de Protección Civil y del Agua han dado atención a los hundimientos, “sólo vienen, toman sus fotos y se van”, comentó Heriberto Orozco, quien desde el derrumbe del 27 de julio perdió casi 500 mil pesos en mercancía para su negocio.
Su hijo, Eduardo, relató que la única señal previa al derribo fue un hundimiento de 50 centímetros que se generó tres días antes. La emergencia los obligó a instalarse afuera, frente al local, aunque ahora temen que con el paso de camiones pesados, el socavón se expanda a la calle.
Mientras zonas como éstas se encuentran abandonadas desde hace semanas, autoridades agilizan las obras en la Cámara de Diputados para reparar el socavón que las lluvias de los días 10 y 11 de agosto provocaron en el patio del basamento del edificio H del recinto.
En el Palacio Legislativo de San Lázaro, trabajadores realizan de manera expedita reparaciones en una oquedad que se formó debido a las fuertes lluvias de los días recientes frente al edificio A. Foto Cristina Rodríguez
Esta semana, una cuadrilla comenzó excavaciones para tratar de llegar hasta el fondo del hundimiento. Tres trabajadores extraen tierra con palas y, como principal medida de seguridad, fueron atados a la cintura con cuerdas que están sujetas a un árbol ficus en el patio.
La tierra es depositada en costales, que son apilados, y los trabajadores estiman que el socavón es de unos seis metros y no tienen un tiempo estimado para concluir la reparación.
Apenas una semana después del socavón que se abrió en la calzada Ignacio Zaragoza, el escenario volvió a repetirse en la alcaldía Benito Juárez, en la cerrada Augusto Rodin, donde otra pipa cayó en una nueva oquedad.