El gobierno de Chiapas tiene un contrato con Casa Vector, institución financiera que fue acusada de diversas irregularidades por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, y posteriormente intervenida por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, según lo documentó la periodista Gabriela Coutiño en su cuenta de X.
La bursatilización de las finanzas chiapanecas comenzó en mayo de 2007, durante la administración que encabezó el entonces gobernador Juan Sabines Guerrero (2006-2012), con un decreto estatal que compromete el 100 por ciento de los recursos recaudados del Impuesto sobre los Salarios.
Los datos de la contratación de la Casa Vector aparecen en los informes de la Cuenta Pública estatal y al momento, el saldo que Casa Vector maneja es superior a los 192 millones de pesos, y no fue mencionado por el Congreso local cuando aprobó sin debate ni socialización el Paquete Fiscal 2025, publicado el pasado 31 de diciembre en el Periódico Oficial del estado.
Tampoco se le menciona en la Ley de Ingresos 2025, en la cual se autorizó al actual titular del Ejecutivo estatal, Eduardo Ramírez Aguilar, a través de la Secretaría de Finanzas Públicas, a contratar deuda por 12 mil 325 millones de pesos, a pagar en un plazo de 25 años.
Esto último evidentemente comprometerá los recursos públicos de las próximas generaciones de chiapanecos.
Pero eso no es todo, la ley de Ingresos 2025 dice que los recursos a solicitar serán para el “pago de créditos ya contratados”, no para realizar obras de infraestructura.
Además, esos créditos corresponden a la administración de Manuel Velasco Coello (2012-2018) cuyo sucesor, Rutilio Escandón Cadenas, dijo que había pagado deudas y resulta que no, o al menos no terminó de saldar esos pasivos.
Al principios de este mes el secretario de Hacienda, Manuel Pariente Gavito, afirmó en conferencia de prensa que la deuda chiapaneca era “criminal e impagable”, y superaba los 18 mil millones de pesos no obstante el reiterado discurso constante del sexenio de Escandón Cadenas fue que el estado asumió sus compromisos con responsabilidad, y pagaba sus deudas.
Incluso, Pariente Gavito dijo que el problema era la deuda bursátil, porque se contrató no en pesos, sino en Unidades de Inversión (UDIS), y no se refirió a la bursatilización con Casa Vector.