Ciudad de México. En lo que demoramos en enviar un mensaje de texto breve, un infante puede perder la vida por sumersión, alertó Pitichi López Rivadeneyra, coordinadora nacional de Prevención de Lesiones de la Cruz Roja Mexicana. “El ahogamiento no da mucho tiempo para el rescate, por eso lo mejor es prevenir. Para que un niño se ahogue pueden ser segundos y en un adulto, incluso menos de un minuto”, si no saben nadar.
En el contexto de las vacaciones de verano, periodo en el que muchas niñas y niños, así como adolescentes, visitan lugares con cuerpos de agua como ríos, lagos o el mar, así como albercas o bien permanecen en casa, algunas veces sin vigilancia de adultos pueden ocurrir estos accidentes. También se debe estar atentos de las cisternas y nunca nadar o ingresar a presas, advirtió.
En el Simulacro de Rescate Acuático de la Cruz Roja Mexicana, realizado en la alberca del Comité Olímpico Mexicano, expuso que los datos, tanto a escala global como en México son “alarmantes”. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año en promedio fallecen 236 mil personas ahogadas, y 92 por ciento de éstos ahogamientos se concentran en países como el nuestro de mediano y bajo a sus ingresos”.
Añadió que de ese total, una cuarta parte son infantes menores de cinco años. En México “todos los días se ahogan alrededor de cinco personas, sobre todo niños de uno a cuatro años de edad y jóvenes de entre 15 años a 34; son cifras muy alarmantes”, insistió. Más aún porque es un accidente que se puede evitar atendiendo las medidas de prevención.
“Ahorita que están las vacaciones hay muchos niños que está en sus hogares, y que a veces es fácil dejarlos solos o al cuidado de un hermano mayor, eso no se debe hacer porque pueden tener alguna una alberca o un depósito de agua en sus casas y ocurrir una tragedia”.
Tras subrayar que los los niños siempre deben estar supervisados por un adulto responsable y establecer que “hermanos mayores no deben cuidar a hermanos menores”, López Rivadeneyra acotó que si se almacena agua en albercas, el ingreso a ese espacio tiene que estar fuera del alcance de los infantes; estar controlado. “En 10 centímetros de agua, un menor de edad se puede ahogar en menos de un minuto”.
Asimismo, si hay cisternas de algún lado, sobre todo en edificios o condominios que comparten depósitos de agua, las cisternas deben estar siempre cerradas, lamentablemente el día de ayer nos reportaban una situación así, y terminó lamentablemente perdiendo la vida en una cisterna”.
Añadió que en el caso de los adultos, tanto en el mar como en las albercas lo recomendable es estar acompañados para evitar incidentes y destacó que éstos y los jóvenes no deben entrar al agua si han ingerido bebidas alcohólicas o cualquier otra droga.