El Banco de México (BdeM) decidió por mayoría reducir en un cuarto de punto porcentual su tasa de interés de referencia al colocarla en 7.75 por ciento, con lo que moderó la magnitud de sus recortes luego de acumular cuatro bajas consecutivas de medio punto.
La moderación del ritmo de los recortes estuvo en línea con el ajuste en la guía prospectiva que el banco central presentó en su reunión previa, en la cual señaló que valoraría recortes adicionales, abandonando el lenguaje previo que sugería ajustes de una magnitud similar, es decir, de medio punto.
La institución prevé que, dado el actual entorno de tensiones comerciales, la economía mundial y la de Estados Unidos se desaceleren este año respecto a 2024.
Votaron a favor de la decisión de reducir la tasa la gobernadora Victoria Rodríguez Ceja y los subgobernadores Galia Borja Gómez, José Gabriel Cuadra García y Omar Mejía Castelazo; mientras, el subgobernador Jonathan Heath votó por mantener la tasa en 8 por ciento.
En el ámbito local, señaló que en el segundo trimestre la economía tuvo un crecimiento superior al del trimestre anterior. Además, mencionó que las presiones inflacionarias se moderaron en los dos últimos meses y destacó que la inflación general disminuyó de 4.51 a 3.51 por ciento entre la primera quincena de junio y julio.
Los pronósticos de inflación general se mantuvieron en 3.7 por ciento en 2025 y 3 por ciento en 2026. Las previsiones para el componente subyacente tuvieron un ligero ajuste al alza, de 3.6 a 3.7 por ciento.
El banco central continúa esperando que la inflación general converja con la meta de 3 por ciento en el tercer trimestre de 2026.
Los pronósticos están sujetos a los siguientes riesgos. Al alza: depreciación cambiaria, disrupciones por conflictos geopolíticos o políticas comerciales, persistencia de la inflación subyacente, presiones de costos y afectaciones climáticas. A la baja: actividad económica menor a la anticipada, menor traspaso de aumentos de los costos y menos presiones por la apreciación reciente.
Se considera que el balance de riesgos respecto de la trayectoria prevista para la inflación mantiene un sesgo al alza, aunque este es menos pronunciado que el enfrentado entre 2021 y 2024. Los cambios de política económica por parte de la nueva administración estadunidense han añadido incertidumbre a las previsiones. Sus efectos podrían implicar presiones sobre la inflación, destacó el instituto central.
Analistas de Monex señalaron que la moderación del banco central refleja una postura más cautelosa ante la persistente rigidez de la inflación subyacente, la cual no se ha comportado conforme a las previsiones del propio banco. Destacaron que algunos miembros de la junta de gobierno habían anticipado que el estancamiento económico podría generar menores presiones inflacionarias; sin embargo, esta expectativa no se ha materializado.
Prevén que el BdeM mantendrá el ciclo de recortes, ya que la inflación general se moderó de forma significativa en julio y el banco central reiteró la debilidad de la economía, por lo que espera que en su próxima reunión recorte en otro cuarto de punto su tasa para colocarla en 7.5 por ciento.
Analistas de Banamex indicaron que el BdeM está cerca del final de su ciclo de recortes, por lo que anticipó dos más este año para cerrar en 7.25 por ciento, y para 2026 sólo anticipa uno, a 7 por ciento.