Guadalajara, Jal. El fiscal de Jalisco, Salvador González de los Santos, dijo que se ha detectado la existencia de campos de entrenamiento para sicarios de grupos criminales no sólo en Jalisco, sino también en Zacatecas y Nayarit, principalmente, pero también se recluta a jóvenes que son enviados para su “capacitación” a predios aislados en Michoacán o en las inmediaciones de Acapulco, Guerrero.
“No nada más es el rancho Izaguirre (en Teuchitlán, Jalisco). Hemos detectado que se los han llevado a Michoacán o hasta Acapulco, Guerrero. Son varios estados (...) Hace poco un joven que se pudo liberar nos dijo que estaba en Guerrero”, precisó González de los Santos.
Explicó que “algunos jóvenes” se incorporan de forma voluntaria o no a las filas de los grupos criminales y que son captados a través de redes sociales, pero también a través de amigos y hasta familiares que los invitan.
Respecto a Paul Alexander y Carlos Alejandro, ambos de 16 años y desaparecidos de Guadalajara en mayo pasado según su ficha de búsqueda, el fiscal confirmó que se trata de los dos jóvenes adolescentes que murieron durante un reciente enfrentamiento en calles de Culiacán.
“Alguien los contactó por una red social, la ruta que tomaron estas personas (Paul y Carlos) es que los envían a Zacatecas, ahí los adiestran en algún lugar, los envían a Nayarit que es el puente y de ahí a Sinaloa”, dijo González de los Santos.
También afirmó que han obtenido testimonio de algunos jóvenes que lograron regresar de Sinaloa al identificar a otros muchachos jaliscienses que siguen en aquel estado.
”Hemos hablado con sus padres, lo que están haciendo esos grupos criminales de que los están captando (y enviando) a la guerra con el otro cartel en Sinaloa”.
Dijo no tener la cifra precisa de cuántas personas desaparecidas fueron enviadas a esa entidad federativa del noroeste del país, pero “algunos que se han liberado les hemos preguntado de jóvenes que tenemos denuncia y han identificado a 3 o 4”.
Confirmó que ya se dio vista de carpetas de investigación a la Fiscalía General de la República, lo que abre la posibilidad de su intervención “dada la naturaleza de cómo se está llevando la captación de jóvenes y a donde los están trasladando”.
El tercer jalisciense muerto en Culiacán, en julio pasado, fue Axel Aaron, de 24 años, quien tenía reporte de desaparición de octubre del año pasado y fue encontrado muerto tras un tiroteo en la colonia Las Cucas de la capital sinaloense.