Nuevo Laredo, Tamps. Después de nueve años sin ajustes, el transporte público en Nuevo Laredo aumentó su tarifa de 10 a 11 pesos, una medida que, aunque reconocida como impopular, fue considerada necesaria por autoridades estatales y municipales.
El delegado de Transporte en la ciudad, Gilberto Martínez Arcega, explicó que desde 2016 no se realizaba ningún ajuste, a pesar de la inflación acumulada. "El gobierno del estado tomó el riesgo, sabemos que afecta al bolsillo, pero era insostenible seguir sin este incremento", declaró.
Martínez Arcega añadió que la Ley de Transporte contempla ajustes anuales con base en factores económicos como el aumento en combustibles, refacciones y mantenimiento, por lo que el rezago ya era considerable. “Es un tema que enfrentan todos los municipios del país, pero muchos evitan por temor al costo político”, afirmó.
La nueva tarifa, que ya entró en vigor, busca apoyar a los concesionarios, quienes desde hace años operaban con márgenes cada vez más reducidos. “Se requiere voluntad política, y en este caso, tanto el estado como el municipio la están mostrando”, dijo el delegado.
El aumento ha generado opiniones divididas entre la ciudadanía. Mientras usuarios piden mejoras visibles en el servicio, los transportistas esperan que el ajuste permita renovar unidades y elevar la calidad del transporte urbano en la ciudad.