Ciudad de México. Verónica Apodaca lleva nueve años “escarbando la tierra”, recorriendo calles pegando fichas de búsqueda y acudiendo a oficinas gubernamentales para encontrar a su hijo Bryan Quintero desaparecido el 15 de julio de 2016 en la alcaldía Gustavo A. Madero. Sin embargo, a la fecha no hay rastro de él, por lo que demandó a las autoridades redoblar los esfuerzos para dar con su paradero, al igual que el de los miles de desaparecidos que se reportan en el registro nacional.
En la glorieta del Ahuehuete, en Paseo de la Reforma, junto con familiares y colectivos solidarios, colocó una ofrenda floral y veladoras para recordar a su hijo y exigir justicia.
“Son nueve años de luchar, de buscar y no encontrar nada. Las autoridades no me saben decir dónde está… Siento una impotencia y tristeza tan fuerte por no saber ni qué hacer”, lamentó entre lágrimas.
En entrevista, Verónica recordó que Bryan desapareció a la edad de 28 años y es padre de dos hijos que ahora son de ella. Era comerciante y tenía un mes y medio que había regresado de Estados Unidos, añadió.
Señaló que de lo último que saben de él es que acudió a una reunión, de donde salió a acompañar a cargar gasolina a un hombre apodado “el Pozoles” -de la Unión Tepito e involucrado en el asesinato de la venezolana Kenny Mireya Finol-, quien actualmente está preso.
Esa persona, dijo, “menciona que dejó a Bryan afuera de la casa, eso es lo que dice hasta la fecha y de ahí no se quita”. Desgraciadamente, expresó, “no sé en qué momento los conoció y pues por eso toda esta situación que estamos viviendo… mi hijo era muy buena persona, de buen corazón”.
Las investigaciones la han llevado a realizar jornadas de búsqueda en el bordo de Xochiaca, la última entre el 30 de junio y el 4 de julio pasado.
Pidió a las autoridades “que hagan su trabajo y que no queden impune ni la desaparición de mi hijo ni la de nadie”.