La Organización Naciones Unidas (ONU) denunció la semana pasada que las bandas delincuenciales ampliaron su presencia en localidades situadas a lo largo de carreteras clave de Haití, lo que provocó un fuerte aumento de los asesinatos, secuestros, violencia sexual y destrucción de bienes en las localidades afectadas.
Un informe de la Oficina Integrada de la ONU en Haití y el alto comisionado de las para los Derechos Humanos, documentó que al menos mil 18 personas murieron entre el 3 de octubre de 2024 y el 30 de junio de este año, otras 213 resultaron heridas y 620 fueron secuestradas en en el área metropolitana de Puerto Príncipe.
El informe expuso la presunta intención por parte de los grupos delictivos de establecer su presencia en localidades situadas a lo largo de carreteras clave que atraviesan las poblaciones de Centro y Artibonito con el fin de controlar las rutas que conectan la capital con las regiones del norte y con la frontera con la República Dominicana.
A decir de los organismos, esta expansión del control territorial de las bandas supone un gran riesgo de propagación de la violencia y de aumento del tráfico transnacional de armas y personas, lo que provocaría una importante desestabilización de los países del Caribe, sobre todo teniendo en cuenta la presencia extremadamente limitada de la administración pública y de las entidades de Naciones Unidas en esos lugares.
“Atrapado en medio de esta interminable historia de horror se encuentra el pueblo haitiano, que se halla a merced de la terrible violencia de las pandillas y expuesto a violaciones de derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad y a abusos de los llamados grupos de ‘autodefensa’”, lamentó el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, reportó Europa Press.
En este contexto, un informe conjunto de la oficina de la ONU en Haití (Binuh) y la oficina de la ONU para los Derechos Humanos (Acnudh) publicado antier advirtió que emergen “signos tempranos de gobernanza criminal” en algunos estados del país y en los que las pandillas se consolidan como una autoridad gobernante de facto.
En consecuencia, existen hoy puntos del país fuera de Puerto Príncipe, la capital, en los que los abusos de los Derechos Humanos “se están intensificando” dada la presencia “extremadamente limitada” del Estado, explicó la jefa interina de la Binuh y Coordinadora Residente de la ONU, Ulrika Richardson.