En laderas que alcanzan hasta 40 metros de caída, cientos de familias levantaron sus viviendas a pesar del riesgo que representa habitar la zona, sobre todo en la temporada de lluvias, cuando andar por los estrechos y frágiles caminos se vuelve muy riesgoso.
Colonias como El Pirú, Calzada Jalalpa, Jalalpa Tepito, Lomas de Becerra, El Pocito y La Joya –en la alcaldía Álvaro Obregón– comenzaron a transformar las barrancas desde los años 70 del siglo pasado, ante la llegada de migrantes del estado de México y Michoacán que, sin grandes ingresos, adquirieron esos terrenos a bajo costo.
Carmen de Jesús, de la colonia El Pocito, relata que su familia campesina se instaló aquí hace décadas y por años enfrentaron dificultades para acceder al agua potable, electricidad y drenaje.
Sin embargo, su situación ha empeorado, pues esas colonias sufren por las condiciones insalubres, ya que las personas utilizan los taludes como tiraderos de basura y desde 1988 la red de drenaje desemboca en las 13 barrancas de la alcaldía.
Durante un recorrido, se constató que hay casas a punto de caer, están en mal estado vialidades y puentes, los callejones son muy angostos, el asfalto está dañado y las pendientes pronunciadas complican el acceso de unidades del transporte público.
Gerardo Rodríguez, presidente de la ruta 46, que va de Jalalpa Las Torres al mercado Tacubaya Becerra, dijo que la altura y falta de mantenimiento causan que los autobuses se descompongan seguido, y en época de lluvia es difícil y peligroso manejar porque la poca visibilidad, hay exceso de pasajeros y hacemos recorridos de más de una hora.
Por su parte, Francisco Velázquez, un chofer, expresó que la calzada Jalalpa es conocida como la tripa, por ser una vía estrecha y con muchas curvas.
El diputado local de Morena Fernando Zárate explicó que en la temporada de lluvias la tierra se reblandece por la constante caída de agua proveniente del cauce, lo que incrementa el peligro de deslaves, como ha sucedido en años anteriores.
Aseguró que este 2025 el gobierno de la ciudad destinó 5 millones de pesos para realizar obras de mitigación en esa área, mientras la Secretaría de Gestión Integral del Agua ha colocado costaleras a fin de contener el terreno y evitar que presas como la de San Francisco, conocida como Becerra, se desborde y cause mayores afectaciones.