Miami. Dos condenados a muerte fueron ejecutados este martes en el sur de Estados Unidos, uno de ellos en Alabama por asfixia con nitrógeno, un método criticado y considerado cruel por expertos de la Organización de las Naciones Unidas.
Gregory Hunt, de 65 años, murió a las 18 horas locales en una prisión estatal de Alabama, en Atmore, al inhalar el gas bombeado en una mascarilla facial. Hunt fue condenado por la violación y asesinato de Karen Lane, de 32 años, en 1988 con quien llevaba saliendo un mes.
La suya fue la quinta ejecución en la que se utilizó nitrógeno en Alabama. Sólo otro estado del país norteamericano, Luisiana, ha empleado este método para ejecutar a condenados a muerte.
En Florida, Anthony Wainwright, de 54 años, murió por inyección letal a las 18 horas locales en la prisión estatal de Raiford. Wainwright estaba en el corredor de la muerte por la violación y asesinato en 1994 de Carmen Gayheart, una estudiante de enfermería de 23 años que era madre de dos niños pequeños.
El condenado y un cómplice, Richard Hamilton, secuestraron a Gayheart tres días después de fugarse de una prisión de Carolina del Norte. Hamilton también fue condenado a muerte por el asesinato de la joven, pero murió en prisión.
Esta semana se prevén otras dos ejecuciones en Estados Unidos, aunque la primera de ellas, la de John Hanson, en Oklahoma, fue suspendida por un juez.
Hanson, de 61 años, fue condenado a muerte por el secuestro y asesinato en 1999 de Mary Bowles, de 77 años. El magistrado que suspendió su ejecución alegó que se habían violado los derechos del reo durante una audiencia de clemencia. Pero el fiscal general de Oklahoma, Gentner Drummond, pidió a un tribunal de apelaciones que levante la suspensión para permitir que se realice la ejecución.
La segunda tendrá lugar en Carolina del Sur, donde está previsto que Stephen Stanko, de 57 años, reciba una inyección letal. Stanko fue condenado por los asesinatos en 2005 de su novia, Laura Ling, de 43 años, y de Henry Turner, un amigo de 74 años.
Desde comienzos de 2025, se realizaron 19 ejecuciones en Estados Unidos: 15 por inyección letal, dos por pelotón de fusilamiento y dos mediante gas nitrógeno.
La pena de muerte fue abolida en 23 de los 50 estados del país, mientras que otros tres (California, Oregón y Pensilvania) tienen moratorias sobre su aplicación.
El presidente Donald Trump es partidario de la pena capital y pidió en su primer día de mandato ampliar su uso "para los crímenes más viles".