El número de denuncias por pinchazos en el transporte público se incrementó casi 65 por ciento en 12 días, al llegar a 68 los casos –50 de ellos en el Metro–, en comparación con los 41 reportados el pasado 2 de mayo por la Fiscalía General de Justicia (FGJ).
Ante eso, la jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, anunció que este jueves enviará una propuesta de reforma al Código Penal capitalino a fin de incorporar el delito de administración subrepticia de sustancias, con una pena de dos a cinco años de prisión y multa de 300 a 350 días.
Según los datos de la fiscalía, hay dos personas detenidas por estas conductas, una ya fue vinculada a proceso, mientras ayer por la mañana una mujer fue puesta a disposición del Ministerio Público luego de que un hombre la acusara de haberlo pinchado cuando viajaba en la línea 1 del Metrobús.
Sustancias aplicadas son medicamentos controlados
La titular de la dependencia, Bertha Alcalde, dijo que sólo en seis víctimas se han encontrado rastros de un estupefaciente, específicamente medicamentos controlados.
En cuanto a los síntomas, las personas han reportado mareos, somnolencia y adormecimiento en la zona del cuerpo que fue pinchado, al tiempo que cuatro afectados reportaron el robo de sus pertenencias tras sentir el piquete.
En cuanto a los casos denunciados, detalló que además del medio centenar ocurridos en instalaciones del Sistema de Transporte Colectivo Metro, ha habido ocho en el Metrobús, seis en la vía pública y cuatro en otro tipo de vehículos. Agregó que 60 personas se acercaron a la FGJ, aunque en ellos no se identificaron indicios de algún pinchazo o lesión.
La funcionaria precisó que de los casos denunciados, en 36 se confirmó la existencia de una lesión compatible con una punción en la piel, mientras en los demás se han registrado heridas dudosas, como escoriaciones o rasguños.
Alcalde insistió en que no hay riesgos de daño permanente a la salud de las víctimas, ni se han reportado situaciones de secuestro o violencia sexual; hasta el momento, no se ha identificado algún modus operandi específico.
Respecto a la propuesta de reforma al Código Penal, explicó que la idea es que se establezca ejercer acción penal a quien sin el consentimiento de una persona, administre, introduzca, suministre o aplique cualquier sustancia de manera subrepticia; es decir, oculta o mediante engaño.
Se trata, agregó, de castigar esta conducta que se realice ya sea vía intravenosa, intramuscular, dérmica, subcutánea o mediante el uso de bebidas, alimentos, objetos punzocortantes, inyecciones, agujas o cualquier otro medio.
Se incluyen agravantes que aumentarían las penas previstas en hasta una mitad, como administrar sustancias sicoactivas, narcóticas o sicotrópicas, que alteren el estado de conciencia, pongan en peligro la vida o salud de la víctima o ésta sea menor de edad, adulta mayor o tenga alguna discapacidad.
También si se comete en el transporte público, eventos de concentración masiva y cuando tenga la finalidad de facilitar la comisión de delitos.