Washington. En medio del cónclave en el que 133 cardenales eligieron al peruano-estadounidense Robert F. Prevost como sucesor del papa Francisco, en Estados Unidos se llevó a cabo "la apuesta más sagrada del mundo", como denominó el diario The Washington Post al mecanismo donde los apostadores arriesgaron "más dinero que nunca" para acertar quién vestiría la sotana blanca.
En los primeros lugares de Polymarket, una popular plataforma de apuestas de criptomonedas que gestiona más de 18 millones de dólares, el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, figuraba como favorito para ser elegido, con un 27 % de probabilidades. Le seguía el cardenal filipino Luis Antonio Tagle, con un 22 %. Mientras el cardenal Robert Prevost, ahora papa León XIV, no figuraba entre los favoritos.
Otros prelados destacados en las apuestas eran Matteo Zuppi, con un 11 %; Pierbattista Pizzaballa, con un 10 %, y Peter Erdö, con un 7 %, según el sitio Catholic News Agency. Cientos de miles de personas de aproximadamente 140 países visitaron el sitio de apuestas Oddschecker para conocer las posibilidades de cada cardenal de convertirse en el próximo papa, informó AP.
El medio Forbes reportó que dos apostadores ganaron más de 50 mil dólares al apostar por el cardenal Prevost, ahora papa León XIV, a pesar de que su nombre no aparecía en las principales listas de favoritos en Las Vegas. Al cierre de esta edición, no se contaba con una cifra exacta del dinero que las casas de apuestas ganaron.
En diversos sitios especializados, Prevost tenía solo un 1 % de probabilidad de ser elegido, lo que significa que una apuesta de 170 dólares en su nombre habría generado una ganancia de aproximadamente 10 mil dólares, informó la cadena de noticias CNN. En 2013, las apuestas sobre el papa Francisco ofrecían 25 a 1 en su contra.
Apostar en las elecciones papales es una tradición tan antigua como la Capilla Sixtina. Los estudiosos han encontrado registros de apuestas sobre el papado que se remontan al año 1503, según The New York Times. En Italia, las casas de apuestas deportivas prohíben apostar por el papa o sus procesos electorales nacionales.