Brasilia. Jair Bolsonaro recibió el alta médica y abandonó este domingo el hospital en Brasilia donde se sometió hace tres semanas a una cirugía abdominal, pero el ex presidente brasileño, que aspira volver al poder, deberá evitar las aglomeraciones, según sus médicos.
El líder de la extrema derecha de Brasil, de 70 años, inhabilitado políticamente y a la espera de un juicio por una presunta trama golpista, fue operado el 13 de abril para solucionar una obstrucción intestinal, una complicación derivada de una puñalada que sufrió durante un acto de su campaña electoral en 2018.
Sonriente, Bolsonaro salió caminando de la DF Star, una clínica privada en Brasilia, donde fue ovacionado por un coro de seguidores al grito de "Mito".
"Gracias, Dios mío, por ese milagro", había escrito horas antes el ex presidente ultraderechista en X. Agradeció a los médicos y dijo que regresaba a su casa "renovado".
Junto a él a las puertas del hospital los doctores resaltaron la buena recuperación de Bolsonaro, después de una cirugía que duró 12 horas.
"Tiene una salud muy fuerte" y debe "gradualmente volver a una vida normal", indicó su cardiólogo Leandro Echenique.
Pero Echenique advirtió que el riesgo de una recaída "nunca es cero".
El ex mandatario fue llevado al hospital el 11 de abril luego de sufrir fuertes dolores abdominales cuando realizaba una gira política por el noreste de Brasil, bastión del presidente izquierdista, Luiz Inácio Lula da Silva.
Tras la cirugía, pasó 17 días en terapia intensiva, con fisioterapia, y alimentado principalmente por sonda.