Jerusalén. El ejército israelí anunció el sábado estar desplegado en el sur de Siria para proteger a la minoría drusa, tras la ola de enfrentamientos de cariz confesional esta semana entre esta comunidad y fuerzas leales al poder sirio.
El ejército israelí "está desplegado en el sur de Siria y está listo para impedir la entrada de fuerzas hostiles en la zona de localidades drusas", reza un comunicado militar, sin precisar el número de soldados ni la magnitud del despliegue.
El ejército agregó que la madrugada del sábado, "cinco ciudadanos drusos sirios fueron evacuados para recibir atención médica en Israel [...] tras resultar heridos en territorio sirio".
Desde el miércoles, 15 drusos sirios fueron hospitalizados en Safed, en el norte de Israel, de acuerdo con el ejército.
Según un responsable druso de la provincia de Sueida, bastión de la minoría drusa en el sur de Siria, "no ha habido ningún dspliegue de soldados israelíes" en la zona.
"Parece que su presencia se limita a la provincia de Quneitra, donde ya establecieron posiciones tras la caída del régimen de [Bashar] al Asad" en diciembre, comentó a AFP.
Quneitra se encuentra al pie de la meseta del Golán, que Israel arrebató a Siria en la Guerra de los Seis Días en 1967 y desde entonces mantiene ocupada.
Los drusos son una minoría derivada del islam chiita, y representan una minoría destacada en Líbano, Siria y el Golán.
Más de 100 personas, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, murieron a inicios de semana cerca de Damasco y en el sur de Siria en enfrentamientos entre drusos y milicias afines al nuevo poder sirio, de base islamista.
Israel, que dice querer proteger a los drusos de Siria, bombardeó la madrugada del viernes los alrededores del palacio presidencial de Damasco, a modo de "mensaje" al gobierno del presidente Ahmad al Sharaa.
El poder sirio calificó dichos bombardeos de "peligrosa escalada contra las instituciones del Estado y su soberanía".
El enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, exhortó este sábado a Israel a "poner fin de inmediato" a sus ataques contra este país, y calificó estos de "violaciones continuas y crecientes de la soberanía" de Siria.