Tokio. El fabricante de vehículos japonés Toyota registró una caída de 26 por ciento de su beneficio neto en el primer semestre fiscal, anunció este miércoles la empresa, que no alteró sus previsiones anuales.
Entre abril y septiembre de este año, Toyota obtuvo un beneficio neto de 1.9 billones de yenes (12 mil 400 millones de dólares), contra 2.6 billones de yenes en el mismo periodo de 2023.
Aunque sus ganancias en el segundo trimestre del año fiscal quedaron muy lejos de las expectativas de los analistas, la firma mantuvo su objetivo de un beneficio neto de 3.57 billones de yenes para este año fiscal, que en Japón termina en marzo.
El primer principal grupo automotor del mundo afirmó que sus ventas se vieron afectadas en Japón por recortes de producción asociadas a fallos para cumplir con los estándares de inspección de vehículos.
El director de finanzas, Yoichi Miyazaki, dijo que un impulso en la producción global permitirá a la compañía compensar este revés en su mercado doméstico.
Las ventas cayeron 4 por ciento en el primer semestre fiscal, en parte “por el impacto del freno de la producción para solventar unos problemas de certificación”, afirmó la compañía.
En junio, el gobierno japonés instó a Toyota y a sus rivales Honda, Mazda, Suzuki y Yamaha a detener la entrega de algunos modelos por estas irregularidades.
Los fabricantes aseguraron que la calidad de sus vehículos no estaba en duda y argumentaron que su proceso de prueba era en ocasiones más estricto que los estándares oficiales.
Sin embargo, Toyota redujo su previsión de producción anual a 10.85 millones de vehículos, contra 10.95 previamente.
El año pasado, la firma japonesa registró resultados extraordinarios impulsados por las ventas de vehículos híbridos, un sector en el que Toyota es pionera con su modelo Prius.
