Decenas de personas, entre familiares y amigos, marcharon en Tuxtla Gutiérrez para exigir la aparición con vida de César Cantú Escobar y de su hijo César Emiliano H. Cantú, de 16 años, levantados por un grupo armado el jueves 1 de agosto en la capital del estado.

 

María de Lourdes Espinosa Castillejos, esposa y madre de los desaparecidos, dijo que después de 72 horas del secuestro, la Fiscalía General del Estado (FGE) no ha dado información a los familiares sobre el caso.

 

En entrevista colectiva manifestó que ella “no conocía tanto a los amigos de mi esposo; nada más conocí a dos y mi hijo todos los días llegaba y me contaba, me decía lo que hacían en el taller. En ningún momento me dijo que a su papá lo amenazaran, le pidieron dinero o que haya peleado con alguien”.

 

Señaló que “lo único que sabemos es que los levantaron y se los llevaron, al tiempo de afirmar que se enteró del secuestro cuando hablaba por teléfono con su esposo " y de repente me cortó la llamada, y ya no le marqué porque no me contestaba ".

 

Agregó: “Esperando que regresara la llamada me metí a Facebook. En ese momento me apareció un video donde decía que precisamente en el Oxxo y la calle del taller...”.

 

Dijo que le envió el video a su esposo para que lo viera. “Obviamente, si él estaba ahí, ya sabía de ese levantón, pero nunca me imaginé que eran mi esposo y mi hijo a los que se habían llevado; después se apagaron los dos teléfonos; el de mi hijo primero y el de mi esposo después".

 

Espinosa Castillejos, quien encabezó la marcha que por la tarde partió del oriente al parque central de Tuxtla Gutiérrez, expresó que “el día primero de agosto a las 17.45 horas se llevaron a mi esposo y a mi hijo. No tenemos ningún indicio de por qué. Mi esposo es una persona trabajadora, mi hijo tiene 16 años, no le pudo haber hecho ningún daño a esta sociedad para que se lo llevaran”.

 

 Continuó: "Mi esposo no tiene ningún problema con nadie; estoy segura de que esto es una equivocación. A las personas que se los llevaron yo les pido que se pongan la mano...que los regresen vivos porque así se los llevaron".

 

Contó que su esposo tiene un taller, rentaba un terreno, su hijo está de vacaciones y lo llevaba a trabajar; estudia mecánica y por estaba ahí.

 

Comentó que la marcha fue para exigir que los busquen y encuentren porque el tiempo pasa. "Yo no sé cómo están ellos; yo quiero que nos los devuelvan como se los llevaron: vivos".