Washington y Nueva York. El ex mandatario y actual candidato presidencial Donald Trump tiene planes para impulsar políticas migratorias represivas incluyendo nuevos campos de detención en Texas, presionar a México para reinstalar el programa de “Permanece en México” contra solicitantes de asilo y ordenar a fuerzas de seguridad pública incluyendo las fuerzas armadas para deportar a millones de indocumentados cada año.
“Con Donald Trump en la Casa Blanca, nuestra frontera estará cerrada”, declaró el ex mandatario en un mitin electoral reciente. “Cuando llegó Joe Biden al puesto, puso fin a toda política fronteriza exitosa que fue implementada… abriendo deliberadamente las fronteras”, acusó. También ha prometido que, al llegar a la Casa Blanca, “realizaremos la operación de deportación doméstica más grande de la historia estadunidense”.
Hasta recientemente, sus propuestas antimigrante que promete impulsar si gana la presidencia habían sido sólo como retórica. Pero con la tasa de aprobación del presidente Joe Biden descendiendo a los niveles más bajos de su presidencia y el tema de inmigración convirtiéndose en uno de los ejes del debate político nacional, los asesores de Trump aparentemente decidieron desarrollar y detallar más a fondo sus propuestas.
En un reportaje de primera plana del New York Times esta semana, asesores del ex presidente describieron planes dramáticos de construir nuevas instalaciones para la detención masiva de indocumentados en Texas, de presionar a México para restaurar el programa de Permanece en México -vigente bajo la presidencia de Trump y que esencialmente anulaba el derecho al asilo-, ampliar el uso de la autoridad de “la remoción expedita” de inmigrantes para negarles acceso a audiencias y apelaciones que ahora permiten que algunos puedan esperar dentro del país mientras sus solicitudes son evaluadas por las autoridades.