La exigencia de los opositores para que se suspendan las conferencias mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador “es una muestra clara del autoritarismo conservador y de su hipocresía”, aseveró el propio mandatario federal.
Desde Palacio Nacional, reiteró lo que ayer garantizó en un video a través de redes sociales de que las mañaneras continuarán aun cuando la oposición desearía lo contrario, pues sólo buscan hegemonía y que sea sólo su discurso el que se difunda.
“Están muy nerviosos los adversarios, ya quieren que no haya mañaneras. Es un nivel de intolerancia que muestra con claridad su autoritarismo de los conservadores y sus voceros. Nada más quieren hablar ellos. Imagínense, que nos quedáramos solo esperando las noticias de la televisión, de la radio, los comentaristas de radio y de televisión, los columnistas de los periódicos. Entonces, ya en la desesperación, como no les funcionan sus estrategias, muy perversas por cierto, inmorales, pues ahora se van por lo más directo y descarado: que desaparezca la mañanera”.
El mandatario federal remarcó: “Eso sí, hablan de democracia, de libertades, de pluralidad, de tolerancia, de que no quieren la polarización. Claro que no quieren la polarización, quieren la hegemonía, quieren ser ellos nada más, los únicos, se mal acostumbraron. Y ahora que ya la gente está asumiendo un papel protagónico, que ya no hay ciudadanos imaginarios, manipulables, porque ya no hay analfabetismo político en México, ellos se desesperan, se ofuscan y enseñan el cobre. Esto es una muestra clara de el autoritarismo conservador y de su hipocresía”.