Ciudad de México. El Toluca, líder absoluto de la Liga Mx, es un equipo con sed de gloria. Nada lo deja más satisfecho que ganar y jugar bien, sin importar el rival. Ayer, en un estadio Azteca que se convirtió en un infierno, el equipo de Ignacio Ambriz derrotó por 3-2 a Cruz Azul en un partido que tuvo un cierre de alarido, con expulsiones, penales y yerros insólitos.
Los celestes han interiorizado que marcar un gol al inicio es retroceder y regalar la pelota. Eso explica por qué los Diablos, que habían sido sorprendidos en los primeros minutos, desquiciaran con sus ataques a una defensa insegura y superada casi siempre en velocidad.
El chasco de La Máquina fue monumental porque los rojos, con una propuesta seria y atrevida, se hicieron dueños de un encuentro que los lastimó sin merecerlo. No resultó sencillo para Uriel Antuna y Christian Tabó construir jugadas que obligaran a la reacción del portero Tiago Volpi, porque ahí estuvieron Haret Ortega y Valber Huerta para protegerlo.
De las pocas veces que el equipo de Ambriz pareció distraído, la jugada terminó en gol: Carlos Rodríguez abrió para Rodolfo Rotondi, luego de contactar el esférico con la mano, y el argentino centró para el desmarque de Ramiro Funes Mori, quien se olvidó de sus labores defensivas y definió con un remate de cabeza el 1-0 al 18. Aunque hubo revisión del VAR, el silbante Fernando Hernández dio por válido el festejo.
A juzgar por lo que ocurrió después, a Cruz Azul le hubiera gustado que el duelo, de la fecha ocho, acabara en ese mismo momento de alivio. Lo demostró el propio técnico Diego Aguirre, pidiendo calma a sus jugadores al intuir que los Diablos saldrían como trenes buscando el empate. El uruguayo apostaba por un error de su rival, pero el Toluca tenía otros planes.
Al 29, el deseo y la ambición de ganar de los rojos provocó que Uriel Antuna equivocara un pase en el medio campo para dar paso al contragolpe de Leo Fernández y la anotación de Jean Meneses. El chileno, después de una pared fantástica con el 10 uruguayo, dejó sembrado al portero Sebastián Jurado tras un remate cruzado pegado al poste.
La marea roja movió las ideas de La Máquina y encendió a los más de 300 aficionados choriceros, ubicados en la cabecera visitante, que viajaron a la capital del país y por momentos se sintieron locales. Entre rostros de sorpresa, Antuna echó por la borda una gran jugada de Rotondi por la banda izquierda, en la que sólo tenía que empujar la pelota, y la mandó hacia el banderín de córner.
Aunque a algunos equipos les alcanza con ser contundentes, los Diablos prefieren seguir la línea del buen juego y los goles a puro toque. Así, el joven Marcel Ruiz entró por el corazón del área grande y superó el lance de Jurado tras un recital de pases desde el medio campo para consumar la remontada (42).
Algo pasó en la charla técnica que La Máquina salió con otra actitud a encarar el complemento. Meneses, sin embargo, estuvo a punto de confirmar su colapso con tres remates seguidos que atajó brillantemente Jurado sobre la línea de meta. La polémica llegó con el empate de Rodrigo Huescas (81), quien, después de que Volpi chocara en el área con Rotondi, bombeó el esférico para el 2-2. El VAR no señaló falta.
El final fue igual de intenso que el partido, pero merecido para el Toluca. En un parpadeo, Jurado se fue expulsado por una plancha dentro del área, Juan Escobar pasó de la lateral a la portería y Camilo Sanvezzo, desde el manchón penal, puso el 3-2 definitivo (90) para unos choriceros que se mantienen en la primera posición de la Liga Mx con 20 puntos.
Cruz Azul, con su cuarta derrota, se quedó en ocho unidades y lamentó fallas insólitas de Rodrigo Carneiro y Ángel Romero que pudieron valer el empate.
En el estadio Universitario, los Tigres se impusieron 2-0 al Santos Laguna. Francisco Córdova abrió la cuenta al 26. Luis Quiñones aumentó la ventaja al 55 con un potente zurdazo. Los felinos se quedaron con 10 hombres por la expulsión de Rafael de Souza (60) y en adelante sobrellevaron las acciones y suman 18 puntos. Los de Torreón se rezagan con 10.