Aunque el actual gobierno de México ha mostrado apertura y buena voluntad para afrontar el tema de las desapariciones, incluyendo la búsqueda de las víctimas y la atención a sus familias, existe una clara falta de capacidades en materia forense, lo que provoca que siga habiendo miles de cuerpos y restos óseos sin identificar.

Así lo advirtió el representante en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONUDH), Jan Jarab, quien señaló que el país debe llevar a cabo diversas acciones para reforzar sus capacidades internas en materia forense, pero también aceptar el establecimiento de un mecanismo internacional de asistencia en dicho tema.

Mediante una carta leída en el contexto del 172 periodo de sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, realizado en Kingston, Jamaica, el especialista dijo que ha constatado la apertura y voluntad de las actuales autoridades federales para abordar la situación de las desapariciones en México.

Algunas de las acciones que ejemplifican dicha actitud, de acuerdo con Jarab, son la reinstalación del Sistema Nacional de Búsqueda, en el marco de la implementación de la ley general en materia de desapariciones; la apertura al diálogo con las familias de las víctimas y el compromiso del presidente Andrés Manuel López Obrador de que se dedicarán todos los recursos necesarios para las tareas de búsqueda.

Debilidad en capacidades técnicas

Sin embargo, dichas acciones se enfrentan con la falta de capacidades de los servicios forenses del país, los cuales están rebasados por el volumen de trabajo que enfrentan, la falta de condiciones materiales para realizar sus tareas y la debilidad de sus capacidades técnicas.

Una de las consecuencias de estas limitaciones son los miles de cuerpos y decenas de miles de fragmentos óseos sin identificar y sin que se puedan realizar las acciones mínimas indispensables para su identificación, lamentó Jarab.

Para superar esta situación, el representante de ONU-DH consideró que México debe establecer un mecanismo internacional de asistencia técnica forense para procesar de manera urgente los miles de cadáveres y restos pendientes de identificación.

Un mecanismo de este tipo, aclaró, “no sustituiría la necesidad de una profunda reforma de los servicios forenses en México […]. Se requiere avanzar en los cambios estructurales que permitan que se cuente con un servicio forense autónomo, independiente, eficiente y con suficientes recursos para atender las necesidades del país”.