Pese a prohibiciones, como en Budapest; y para denunciar, como en la Ciudad de México y París, la “internacional reaccionaria”, miles salieron a las calles a ondear la bandera del arcoiris.
En varios lugares de la región ártica de Laponia se registraron temperaturas inferiores a -30 grados. La capital finlandesa, Helsinki, también estaba bajo una ola de frío.