Al escucharla, uno percibe la sensación y la vemos inclinándose para cantarle al oído a todos y cada uno de quienes la estamos escuchando. Canta como si cantara todo el tiempo inclinada hacia nosotros.
Pongamos a sonar el disco Kind of Blue, de Miles Davis, mientras leemos los Himnos a la noche, de Novalis y observamos La noche estrellada de Van Gogh.