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Disquero // La poeta Patti Smith

El nuevo disco de la compositora Patti Smith, en colaboración con Soundwalk Collective, titulado Correspondences Vol. 2, es un ejercicio poético, un espacio expositivo mutimedia y una reflexión profunda sobre la resiliencia humana. Foto
El nuevo disco de la compositora Patti Smith, en colaboración con Soundwalk Collective, titulado Correspondences Vol. 2, es un ejercicio poético, un espacio expositivo mutimedia y una reflexión profunda sobre la resiliencia humana. Foto Roberto García Ortiz
09 de agosto de 2025 08:00

El nuevo disco de Patti Smith es un ritual, un bello poema, una sinfonía de voz y alma. Se titula simplemente Correspondences, Vol. 2 y consta de dos piezas. En total dura 28 minutos. Es la nueva colaboración con Soundwalk Collective y es también muchas cosas a la vez: un performance, una instalación, un ejercicio poético, un espacio expositivo multimedia y una reflexión profunda sobre la resiliencia, capacidad humana de renacer frente al infortunio. 

Stephan Crasneanscki fundó Soundwalk Collective en 2001 como una práctica de arte sonoro experimental. El grupo denomina “sicogeografía” a sus procedimientos que consisten en viajar a lugares recónditos del planeta en busca de sonidos e imágenes, basados en principios etnográficos, antropológicos y de simple observación de la naturaleza, siempre con una narrativa no lineal. EL LISTADO DE personalidades con las que han colaborado es impresionante. Basta mencionar algunos nombres: Philip Glass, Jean-Luc Godard, Nina Kravitz, Wim Wenders, Werner Herzog, Sasha Waltz… 

La relación con Patti Smith data de 10 años, cuando Stephan Crasneanscki y ella toparon casualmente en un aeropuerto. De la plática surgieron proyectos de inmediato. En este espacio reseñamos su fabulosa Perfect Vision Trilogy, donde participan Philip Glass, Tenzin Choegyal, Charlotte Gainsbourg y Anoushka Shankar. 

Tanto Philip Glass, como Patti Smith, practican el budismo, de ahí el título de la trilogía: Perfect Vision, que en el conocimiento budista, conduce a través del Noble Sendero Óctuple desde el Samsara (la vida cotidiana) hacia el Nirvana (la iluminación). 

Cada uno de esos tres discos está dedicado a un poeta: The Peyote Dance refiere la experiencia de Antonin Artaud en la sierra tarahumara; el segundo, Mummer Love, es un homenaje al poeta preferido de Patti Smith: Arthur Rimbaud, y el tercero, Peradam, al novelista y poeta René Daumal. 

Una manera de decir que la escucha de estos tres discos garantiza un viaje espiritual intenso, es citar unos versos que escuchamos en las bocinas declamados por Patti Smith: 

La hemos vuelto a encontrar 

¿Qué? 

La eternidad 

Es la mar mezclada con el Sol. 

La nueva colaboración de Soundwalk Collective con Patti Smith se titula Correspondences, cuyo primer volumen se publicó el año pasado y consiste también en dos piezas, con duración casi igual que el volumen 2, es decir: 27 minutos y 3 segundos. 

El primer volumen rinde homenaje a Pier Paolo Pasolini, de quien se cumplirán 50 años de su asesinato el 2 de noviembre y, precisamente la primera de esas dos piezas, la dedica Patti Smith a la última noche de su mentor, quien ella describe a partir de un recurso literario que consiste en elegir una prenda para realizar tema y variaciones: 

Reposa en la arena 

dentro de su camisa blanca 

como un cisne sobre el polvo 

(…) 

Un par de ingeniosas alas hechas de oro 

en una prenda antigua 

o los restos del abrigo de un niño 

disolviéndose en una tina de lágrimas 

(…) 

Y siendo entregado al mar, entre suspiros 

de liberación 

las mangas de su camisa blanca ondeaban 

(…) 

un torso de nube que se endureció 

y abrió su camisa 

(…) 

Él yace 

en la playa 

como un cisne en el polvo 

suave como un halcón 

La primera pieza del disco Correspondences, vol. 1 se llama precisamente Pasolini. Patti Smith recita el poema que le escribió al cineasta y, al igual que las otras tres piezas que completan los dos volúmenes, tiene finales epopéyicos con coros y melopeas llenas de ternura. 

El arte de Patti Smith se llama spoken word y tiene su origen en tiempos muy remotos y su práctica contemporánea comenzó en Harlem, en los años 20 del siglo veinte y tuvo su apogeo en los años 60 cuando sus maestros William Burroughs y Allen Gingsberg protagonizaron episodios históricos recitando sus poemas. 

La gran Patti Smith es una artista completa. Muy lejana a lo que con muy mal gusto denominan “la madrina del punk” (pasumecha). Lo suyo es el rock puro y duro (no sé de dónde sacan eso de punk, como género nada tiene que ver con ella; nadie imagina a una supuesta punketa hacer spoken word y entonar melodías plenas de suavidad y ternura). Por cierto, su disco titulado Horses cumple 50 años y amerita un texto aparte. 

Patti Smith, en cambio, es una gran escritora, en prosa y en verso. Mi libro preferido escrito por ella es M Train, sus memorias en un homenaje al café (hay un pasaje donde ella narra cómo William Burroughs le dijo que en las montañas de Veracruz se cosechaba el mejor café del mundo y ella, sola, se fue a la estación de trenes, llegó y encontró el café. Como encontrar el Grial). 

Los dos volúmenes de Correspondence contienen el arte del spoken word, con la magia de la música de Soundwalk Collective. Este proyecto, decíamos, integra distintas artes, entre ellas el cine. Suele presentarse en museos, galerías, espacios públicos donde hay un escenario y están los músicos, pero también puede tratarse de una exposición que incluye proyecciones en pantallas donde se muestran los ocho filmes que ha realizado el Colectivo Sonido Que Camina (Soundwalk Collective). 

En el caso del primer volumen, dedicado a Pasolini, se muestran pietajes inéditos que filmó el cineasta italiano, donados por distintas instituciones, entre ellas material de I Tagli di Medea, de Pier Paolo Pasolini, protagonizada por Maria Callas. También, del filme Pasolini, de Abel Ferrara, protagonizado por Willem Dafoe. Ese primer volumen también está dedicado a otro cineasta favorito de Patti Smith: Andrei Tarkovsky, en especial su filme Andrei Rublev. 

Lo interesante es que todo esto cobra vida en puro sonido; sonido puro, porque las versiones en disco resultan sinestésicas gracias al poderío de los sonidos del mundo que ha recogido Soundwalk Collective, pero en especial la capacidad dramatúrgica de Patti Smith, quien pone en escena, literalmente, obras de teatro, de las cuales la más evidente es la que cierra el volumen dos, cuyo título anuncia sus tres peronajes: The Acolyt, the Artist, and Nature

Teatro hablado, poesía desplegada, música poderosísima, tomada de la realidad: campanas de viejas iglesias, silbidos del viento, cantos de aves, zumbido de abejas, gritos a lo lejos. 

Cada una de las cuatro piezas que conforman los dos volúmenes de Correspondences tiene una estructura semejante: inicia con sonidos de la naturaleza para que enseguida comience un relato Patti Smith previamente escrito como un poema, o bien, improvisado en el momento de la grabación.Cada una de estas piezas va creciendo en interés, densidad e intensidad y cada una presenta un clímax enardecedor. 

En el caso de The Acolyte, the Artist and Nature, Patti Smith se dirige, en su papel de La Naturaleza, a los otros dos: tú, acólito que fundes campanas, tú artista que pintas iconos y la frase se repite con interludios poéticos (yo soy la puerta que se abre / yo soy el sonido que se curva) mientras las campanas repican en gran algarabía. Todo un mural sinfónico en gran intensidad. 

He aquí a la gran poeta Patti Smith. 

@PabloEspinosaB 

[email protected]

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