La concentración promedio mundial de dióxido de carbono aumentó en 3.5 partes por millón. Quema de combustibles y aumento de incendios impulsaron el alza.
El dióxido de carbono líquido puede que en realidad fuera más fácil que el CO2 de la atmósfera se condensara en esas condiciones que el hielo de agua se derritiera.
Pese a la reducción de emisiones por el confinamiento mundial, investigadores señalan lo difícil que es “y el enorme trabajo que conlleva, disminuir las emisiones”.