El presidente de Brasil, Lula da Silva, criticó el "negacionismo" climático, al sostener que la participación y las críticas hechas por la sociedad civil están alineadas con el conocimiento científico.
“Los países que suministraron combustible a Israel durante este período lo hicieron con conocimiento de sus atrocidades”, asevera Oil Change International, organización que aboga por la eliminación gradual de los combustibles fósiles.
China emite más del 30 por ciento de los gases de efecto invernadero mundiales, lo que supone unas 15.6 gigatoneladas de dióxido de carbono equivalente (GtCO2e) en 2024, según las últimas cifras de la ONU.
Los científicos coinciden en que superar un aumento del 1.5 grados con respecto a los niveles preindustriales tendrá consecuencias catastróficas y que hay que hacer todo lo posible para evitarlo.
Donald Trump, quien se retiró del acuerdo climático de París por segunda vez tras su regreso a la Casa Blanca en enero, no tenía previsto asistir a la cumbre.
Lula inició su discurso recordando que 673 millones de personas en todo el mundo se encuentran en situación de inseguridad alimentaria y que para que comieran tres veces al día harían falta 315 mil millones de dólares.
El mayor país de América Latina avanza en los preparativos para organizar la cumbre en la ciudad amazónica de Belém: el mandatario Luiz Inácio Lula da Silva nombró al diplomático André Correa do Lago como presidente de la COP30.